Sala de Prensa

02/04/2024

En radio "Genial FM" de Coyhaique

Defensor Regional de Aysén se refirió a la situación de mujeres privadas de libertad en la región

A propósito del recurso de amparo interpuesto en favor de las presas de Coyhaique, a causa de las malas condiciones de habitabilidad y encierro que las afectan.

Por Valeska Olavarría Gallardo,
periodista Defensoría Regional de Aysén.

En el programa “Acompañando tu mañana”, de radio "Genial FM" de Coyhaique, y en compañía del director regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Joaquín Bizama, el Defensor Regional de Aysén, Jorge Moraga se refirió a la situación de las mujeres en el sistema penal, particularmente, de aquellas privadas de libertad, tanto en la región como en otras zonas del país.

Moraga explicó que, en general, las mujeres enfrentan muchas brechas y desigualdades, las que se acentúan cuando están encarceladas.

"Si vamos a la realidad carcelaria, ningún preso en el país vive en situaciones ideales para su sanción y reinserción social. En todas las cárceles chilenas hay hacinamiento y una ejecución de la pena que no se condice con el propósito de dar mínimas posibilidades de reinsertar a quien está preso, pero con las mujeres, particularmente en Aysén, la situación va más allá de lo preocupante”, sostuvo.

En este sentido, Moraga señaló que lo que busca el recurso interpuesto, y que próximamente será dirimido en la Corte Suprema, es “simplemente generar espacios dignos para que un ser humano, en este caso una mujer, pueda vivir su prisión preventiva o codena en el encierro", aclaró.

Según el jefe regional de la defensa pública, "acá no buscamos privilegios, sino emparejar la situación que viven frente a los varones en la misma condición (…) Que la cantidad de horas de desencierro sean las mismas que las que tienen los varones presos, y que haya más de un recinto en la región donde las mujeres puedan cumplir su prisión, beneficio que siempre han tenido los hombres privados de libertad”. agregó.

El abogado explicó que las mujeres imputadas y condenadas no pueden estar juntas en un mismo espacio. Sin embargo, dado que la sección femenina del penal de Coyhaique tiene dimensiones insuficientes para el número de internas que hay, y que se trata de la única sección que alberga mujeres en la región, se genera la "terrible situación de que son desencerradas por turnos y, así, pasan 21 horas en sus piezas (pequeñas, hacinadas y sin buena ventilación) y sólo pueden acceder a 3 horas de patio, que en realidad es estar dentro de un recinto un poco más grande.

AUMENTO DE PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD
El Defensor Regional explicó, además, que la población femenina recluida actualmente en la región llega al 5 por ciento: “La población penal viene creciendo de manera sistemática en los últimos dos años. En la región tenemos más de 340 personas privadas de libertad y más de 55 mil a nivel nacional. Entre febrero de 2023 y hoy, en la región hay 100 personas más presas”, indicó.

Añadió que, por lo anterior, se entiende que las cárceles están hoy con niveles de hacinamiento importantes, pero ello no puede ser una excusa para un tratamiento tan desigual hacia las mujeres: “Los derechos humanos no están condicionados a un tema económico”, enfatizó Jorge Moraga.

Por todo lo anterior, tanto la Defensoría Regional de Aysén como el INDH consideran que la solución más lógica pasa por habilitar un segundo recinto penal para albergar a las internas. "Difícilmente se pueda lograr una mejora en la situación de las mujeres si esto no ocurre”, advirtió el Defensor Regional.

Esto significaría, por ejemplo, habilitar un espacio en la cárcel de Puerto Aysén, “lo que sería volver a habilitarlo, porque en Aysén ya había una sección femenina que se cerró en 2016. Años atrás también existieron espacios para mujeres privadas de libertad en las cárceles de Chile Chico y de Cochrane, que se fueron cerrando con el paso de los años”, aclaró.

Un segundo espacio regional permitiría a las mujeres acceder a las 8 horas de desencierro, manteniendo la segregación entre imputadas y condenadas.

Durante la entrevista, tanto el Defensor Regional como el director regional del INDH explicaron que, cuando una mujer queda privada de libertad, el sistema tiende a discriminarlas negativamente, por lo cual es hora de tomar conciencia de aquello y realizar acciones para generar condiciones de equidad en el encierro.

“Necesitamos ver y entender por qué esas mujeres entran a los círculos delictivos, cuáles son los efectos de la encarcelación en ellas y en sus hijos e hijas, cuáles son las reales posibilidades de seguir relacionándose con sus familias, que es fundamental para lograr una reinserción social y evitar la reincidencia”, aseguró Joaquín Bizama, quien explicó que los hombres privados de libertad son constantemente visitados por mujeres (parejas, madres o hermanas, entre otras), que les llevan a sus hijos para que no pierdan el contacto, mientras que las mujeres presas muchas veces quedan solas, pierden a sus parejas y nadie o muy pocos las visitan”, concluyó.

Revise la entrevista completa en el siguiente enlace: 

https://fb.watch/rau_zoQyKY/

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