:: Defensoría Penal Pública ::

Sala de Prensa

Portada
Sala de Prensa
Noticias
Matilde Throup Sepúlveda, abogada

12/08/2024

Columna de la Defensora Regional de Magallanes, Verónica Reyes Cea, publicada en El Magallanes, edición dominical de La Prensa Austral

Matilde Throup Sepúlveda, abogada

En el artículo, la jefa regional de la defensa pública destaca la figura de Matilde Trouph Sepúlveda, la primera abogada de Chile y Sudamérica, al cumplirse el 11 de agosto 154 años de su nacimiento.

Por Verónica Reyes Cea,
Defensora Regional de Magallanes y Antártica Chilena.

Matilde Throup Sepúlveda es, sin duda, una figura fundamental en la historia del derecho y la abogacía en Chile y Sudamérica. Su trayectoria resalta no sólo su perseverancia y valentía en un contexto adverso sino, también, su impacto en la lucha por la igualdad de género en el ámbito profesional.

Nació el 11 de agosto de 1870 en la ciudad de Angol. Fue la primera mujer en obtener el grado académico de bachiller en humanidades, en 1887, luego la licenciatura en derecho durante 1891 y, posteriormente, obtuvo el título de abogada el 6 de junio de 1892.

La abogada Claudia Castelletti Font, encargada nacional de género de la Defensoría Penal Pública, en su artículo “La historia de Matilde Throup Sepúlveda, la primera abogada chilena y sudamericana”, que inspira esta columna, recuerda que las Siete Partidas II.6.3, vigentes hasta 1857, establecían que “ninguna muger, quanto quier que sea sabidora, non puede ser abogado en juyzio por otri”.

Y si bien “la ‘Ley de Organización de Tribunales’ de 1875 no reservaba la abogacía a sexo alguno, en su art. 402 exigía tener un grado universitario en derecho, en un contexto en que a las mujeres se les prohibía ingresar a la universidad hasta 1877, situación que se ve superada a partir del conocido “Decreto Amunátegui”.

No debió ser fácil para Matilde Throup ejercer su profesión. Así, cuando postuló al cargo de secretario y notario de Ancud, la Corte de Apelaciones de Concepción vetó su participación pues, como señaló: “por más que aquella sea en extremo simpática y digna de todo género de encomios”, el cargo se armonizaba más “con la naturaleza ruda y tenaz del hombre que con la delicada y suave de la mujer”. Además, la Corte argumentó que el cargo de secretario y notario cautelaba los actos electorales como ministro de fe, resultando contradictorio que una mujer sin derecho a sufragio ejerciera en tal calidad.

Sin embargo, y con la perseverancia que la caracterizó, presentó una “Contestación de la opositora”, fundada en la igualdad en el acceso a empleos públicos, garantizado en el Art. 10 de la Constitución de 1833.

El 23 de septiembre de 1893, en una sentencia histórica, la Corte Suprema acogió su solicitud y la declaró hábil para postular, por considerar que la garantía de igualdad constitucional permitía acceder a empleos públicos a hombres y mujeres sin distinción y que los requisitos establecidos para ejercer el cargo al que postulaba sólo exigían ser abogado, lo que la postulante cumplía, y así obtuvo el concurso ejerciendo el cargo hasta su jubilación.

La prohibición que existía hasta el siglo XIX sobre la participación de las mujeres en la abogacía demuestra las barreras que tuvo que enfrentar. A pesar de esto, Matilde logró abrir camino al convertirse en la primera mujer en obtener el título de abogada en Chile y en toda Sudamérica, marcando un hito para las futuras generaciones de abogadas.

Su caso ante la Corte Suprema fue especialmente significativo, pues sentó un precedente en la defensa de los derechos de las mujeres en el acceso a empleos públicos, un principio que sigue siendo relevante en las luchas actuales por la igualdad de derechos en diversos ámbitos.

El legado de Matilde Throup sigue vivo y es un ejemplo inspirador para muchas abogadas que continúan trabajando por la justicia y la equidad en el sistema legal. Gracias a su valentía, las mujeres en Chile y Sudamérica han podido ir abriendo espacios en diversas profesiones y, en particular, en el campo del derecho. La historia de Matilde es un recordatorio poderoso del impacto que una sola persona, una mujer, puede tener en la sociedad.

Noticias relacionadas:

subir
imprimir
volver