Sala de Prensa

18/05/2012

Columna de opinión:

Procedimientos policiales

El siguiente artículo, publicado el pasado martes 15 de mayo en el diario El Centro de Talca, fue escrito por el Defensor Regional del Maule, José Luis Craig.

Hace más de dos semanas me llamó poderosamente la atención una entrevista -exhibida en un noticiero- a dos hijos que acababan de quedar huérfanos de madre, fruto de un accidente automovilístico causado por un menor de edad que huía con un auto robado, siendo perseguido por Carabineros.

Tal accidente ocurrió a plena luz del día y se produjo por la alta velocidad que llevaba tal persecución por las vías públicas, lo que hizo que el vehículo robado no pudiera maniobrarse correctamente, impactando un auto de un tercero ajeno al operativo, en el cual iba la víctima -la madre ya mencionada-, profesora según entiendo.

Lo comentado por los jóvenes, con una claridad y tranquilidad que de verdad emocionaba, era que no entendían el proceder policial, que puso más acento en la propiedad del auto sustraído que en la protección de las personas inocentes que iban circulando por las calles, una de las cuales era su madre.

Ello, porque las expusieron a un severo riesgo al perseguir -por dar con el auto- a una velocidad no razonable ni prudente al vehículo en que se desplazaban los ladrones, causando con ese actuar imprudente el accidente que acabó con la vida de su madre.  Agregaron que, por lo mismo, iban a demandar al Estado, por el actuar temerario de los policías a cargo del procedimiento.

Pero los comentarios particularmente acertados no culminaron allí, pues consultados los hermanos sobre los adolescentes involucrados en el robo y posterior accidente, dijeron que seguramente a ellos no les había tocado una vida fácil, ya que no entendían por qué ellos -a los 11 y 14 años- debían estar robando en vez de estar estudiando.

En el fondo de todo esto se encuentra el aparente intercambio de valores de la sociedad en que nos encontramos, en que la lucha contra la delincuencia es un fin y no un medio para lograr paz social, lo cual habilitaría, entre otras cosas, para armarse hasta los dientes en nuestra casa y -de tarde en tarde- lamentar un balazo perdido a manos de un niño que mata o hiere, jugando, a un amigo, o perseguir -sin medir consecuencias- por la calles a un ladrón de autos, usar sin apego a reglamento alguno el armamento fiscal por los policías, causando lesiones a terceros ajenos, y un largo y lamentable etcétera.

Y nuestra región no está exenta de aquello. Recordemos por ejemplo el incidente que se encuentra investigado por la justicia militar, ocasionado por Carabineros, que en una persecución hacia el norte por la carretera habría causado lesiones innecesarias a los supuestos autores de un robo en Curicó.

Todavía estamos a tiempo para cambiar esta forma de actuar y de ver las cosas, eliminando el riesgo de producir víctimas inocentes o causar más daño del estrictamente necesario.

Por José Luis Craig Meneses,
Defensor Regional del Maule.

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