Sala de Prensa

26/06/2012

Consiguió anular un primer juicio, que les impuso pena de cinco años de cárcel

Defensora de Valdivia logró absolución de dos condenados por robo con intimidación

En un segundo juicio oral, Marianela Gatica logró que el tribunal absolviera por falta de participación a Carlos Opazo y Amador San Martin, a quienes se les imputaba el delito de robo con intimidación.

Un notable vuelco en un caso judicial, que marcó positivamente la vida de dos personas,  logró la defensora pública Marianela Gatica, quien primero consiguió anular un juicio y luego -en el segundo- logró finalmente la absolución de Carlos Opazo (36) y Amador San Martin (34), ambos acusados de robo con violencia e intimidación a una pareja en la vía pública en Valdivia.

Si bien ellos nunca estuvieron en prisión preventiva desde su detención, en julio de 2010, en un primer juicio oral el Tribunal Oral en lo Penal de Valdivia los condenó a cinco años de cárcel. Desde el inicio de ese proceso la defensora sostuvo la inocencia de sus representados y con esta convicción presentó un recurso de nulidad que fue acogido por la Corte de Apelaciones de Valdivia, lo que permitió desarrollar un segundo juicio oral.

En esta segunda instancia, la abogada insistió en sus argumentos en relación a la insuficiencia probatoria presentada por la fiscalía, las contradicciones en la descripción de las vestimentas entre la víctima y la registrada por los efectivos de carabineros en sus actas de declaración, así como el relato respecto del lugar donde los imputados fueron vistos.

Otra prueba que la defensora logró desacreditar fue un reconocimiento fotográfico realizado más de dos meses después de ocurridos los hechos, respecto del cual el tribunal estimó que “pierde fuerza no sólo por el hecho de no existir otros elementos independientes que lo corroboren, sino también porque la víctima ya había podido observar a los detenidos, por lo que corroboró la identidad conocida en ese momento”.

Marianela Gatica esgrimió que Opazo y San Martin se encontraban bebiendo en un lugar público cercano al sitio en que ocurrieron los hechos cuando fueron detenidos, pese a lo cual no se les encontró ningún tipo de especie en su poder ni el arma blanca con que la víctima habría sido intimidada, aunque sólo habían transcurrido pocos minutos entre el robo y su detención.

Todos estos argumentos derivaron en la absolución definitiva de los dos imputados, configurando así un tremendo resultado para una defensa tenaz de la abogada Marianela Gatica y, sobre todo, para la amenazada libertad de sus dos representados.

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