Sala de Prensa

21/03/2013

El Defensor Nacional fue entrevistado en radio Futuro:

“Corremos el riesgo de que el sistema de justicia deje de funcionar a escala humana”

Tras relatar el caso de una persona ebria que convulsionó en audiencia, Georgy Schubert relevó la importancia de que los distintos actores del sistema de justicia respeten la dignidad de detenidos e imputados.

El Defensor Nacional, Georgy Schubert, fue entrevistado ayer en el programa “Palabra que es noticia”, de radio Futuro, a propósito de una carta al director que envió recientemente al diario El Mercurio. En ella, Schubert contó la experiencia que vivió el viernes pasado, cuando asistió a Centro de Justicia de Santiago (CJS), a presenciar distintas audiencias de control de detención.

En una de ellas, fue testigo del intento de formalización de un imputado por hurto, que llegó al tribunal herido y en manifiesto estado de ebriedad -ayudado por dos gendarmes-, circunstancia en la que presentó convulsiones que obligaron a su traslado a la Posta Central antes de que la diligencia se materializara.

A partir de ello, Schubert cuestionó que no se respeten los derechos de los detenidos y pidió que en la futura reforma se mejore la coordinación entre las instituciones intervinientes, para evitar casos como este, en que el afectado claramente debió estar internado en un hospital y no sometido a una audiencia judicial.

Consultado por el caso, el directivo institucional explicó a los periodistas Antonio Quinteros y Juan Cristóbal Guarello que el imputado llegó a la audiencia “claramente intoxicado, casi inconsciente. No podía hablar nada y finalmente cae y comienza a convulsionar (…) Entonces, hay una serie de fallas en el sistema, que explican que una persona sea llevada a una audiencia de control en esas condiciones físicas”

Según Schubert, existe una tensión permanente entre la necesidad de la sociedad de perseguir y castigar los delitos que es absolutamente legítima y necesaria, y la exigencia de que ello se haga siempre con respeto por la dignidad de las personas. “Lo contrario es traspasar una barrera como sociedad que no es conveniente”, sostuvo.

Aunque el Defensor Nacional reconoció avances en el respeto de las garantías de los detenidos e imputados por delitos, advirtió que “cuando un sistema se vuelve tan masivo, y con una carga de trabajo tan alta, corremos el riesgo de que el sistema de justicia deje de funcionar a escala humana, de modo que situaciones como éstas se nos pasen”.

“En Chile la tasa de judicialización de delitos es bastante alta, con más de 400 mil causas por año. Ningún sistema de justicia es capaz de perseguir todos los delitos. Las cárceles tampoco tendrían esa capacidad, de modo que debe existir una priorización respecto de los delitos que se deben perseguir con más o menos fuerza (…) Si la idea es judicializar más, obviamente esto no resiste”, aseguró.

CRÍTICAS A FISCALES
Consultado sobre las diversas críticas que ha recibido el trabajo de los fiscales, el Defensor Nacional reconoció que como en todo sistema, “hay jueces malos, fiscales, defensores o policías malos”, frente a lo cual relevó la importancia de que existan controles para detectar estos problemas y poder resolverlos.

“Lo preocupante es cuando aparecen casos en que todos los controles han fallado, cuestión que debemos analizar. Y ahí es importante decir que no basta con modificaciones a la ley, porque “lo esencial es la formación, la capacitación desde la universidad o las escuelas de formación, en el caso de fiscales, defensores y policías, pero también toda la organización del sistema, para ir preparándose mejor, para que no se cometan esos errores”.

Agregó que “cuando ocurre lo que describía en la carta al diario, falló el proceso de detención, de recepción del detenido, de que no pasó a entrevista, de que nadie informó cuál era su situación, de modo que es una cadena esencial la que falla”. 

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