Sala de Prensa

30/04/2013

Visviri queda a sólo un par de kilómetros de la triple frontera con Perú y Bolivia.

La Defensoría llegó hasta la localidad más extrema del norte de Chile

A más de 4 mil metros sobre el nivel del mar, funcionarios institucionales distribuyeron folletos para difundir la defensa penal especializada indígena.

Por Héctor Mérida,
Defensoría Regional de Arica y Parinacota.

A través de una viva conversación en idioma aymara, establecida en el poblado más septentrional de Chile, la Defensoría Regional de Arica y Parinacota llevó la difusión de sus objetivos institucionales, los derechos de las personas ante el sistema penal y el modelo de defensa especializada indígena hasta más de 4 mil metros sobre el nivel del mar.

La iniciativa se concretó con la asistencia de un equipo encabezado por la facilitadora intercultural, Inés Flores Huanca, al Primer Festival de la K’illpa en la localidad de Visviri, ubicada en el vértice territorial situado a un par de kilómetros de las fronteras de Bolivia y Perú, en pleno altiplano.

“Fue una experiencia que me gustó, porque me agrada encontrarme con mi gente en nuestros poblados ancestrales”, explicó la facilitadora, quien agregó que “en esa ocasión se notó el positivo impacto de enseñarles que son ciudadanos con plenos derechos en material penal, algo que para ellos -que viven tan aislados en esas alturas- parece tan lejano”.

Inés Flores sabe de lo que habla, pues lleva más de ocho años en la institución y nació en un poblado ubicado a sólo 40 kilómetros de la sede de este festival, por lo que habla desde niña la lengua aymara.

FIESTA DEL ALTIPLANO
El citado festival reunió a ganaderos, agricultores y artesanos de las localidades diseminadas en el altiplano nacional, ubicadas a más de 4 mil metros de altura, en parajes de difícil acceso, donde crían llamas y alpacas, cosechan papas o quinua y procesan artesanías de tejidos de lana de camélidos.

La K’Illpa (marcaje de ganado, en idioma ancestral de la zona) consideró una competencia de ejemplares de llamas y alpacas, un certamen de esquila y una muestra folclórica, que incluyó artesanía, gastronomía y bailes populares.

La iniciativa de reunirlos por tres días fue de la Municipalidad de General Lagos, cuyo alcalde -Gregorio Mendoza Chura- invitó a la Defensoría Regional a acudir al evento. Luego, al reunirse con el equipo institucional en esta ocasión, agregó el pedido de efectuar reuniones de difusión para las comunidades del altiplano, especialmente sobre la especialización desarrollada en materia de defensa penal indígena.

La actividad partió el viernes 26 y culminó el domingo 28. En su primera jornada reunió a más de 300 personas, entre ellas numerosos personeros de gobierno, como el director nacional del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), Ricardo Ariztía.

El viaje de 270 kilómetros hasta esas alturas demora unas seis horas, la mayor parte en zonas de puna, con una enorme variación térmica (entre 5 grados bajo cero a 25 al momento de más calor) y en largos tramos de camino de tierra, que someten a los conductores a un trabajo extenuante.

“A pesar de esas dificultades fue un viaje entretenido y satisfactorio, especialmente cuando uno capta que la gente escucha con atención lo que les hablamos de derechos, porque es notorio que les interesa y que lo agradecen”, explicó Ramón Beretta, el conductor institucional en Arica, quien también participó en la distribución de folletos entre los jóvenes del poblado, apoyando la labor de la facilitadora intercultural.

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