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“A pesar de todo, no he dejado de creer en el sistema”

02/05/2013

Cristian Pérez Fernández, tras ser absuelto de violar a una menor de edad:

“A pesar de todo, no he dejado de creer en el sistema”

Pasó siete meses en prisión preventiva, acusado por un delito que no cometió. Antes de ser absuelto por el Tribunal Oral de Coyhaique, la víctima y su madre incluso se retractaron de la acusación, pero no fueron escuchadas.

Por Valeska Olavarría G.,
Defensoría Regional de Aysén.

Cuando el 1° de marzo de este año el Tribunal Oral en Lo Penal de Coyhaique lo absolvió de los terribles cargos que pesaban sobre él, Cristian Pérez Fernández no logró contener la emoción y rompió en un llanto que alivió en parte la angustia vivida por más de un año, mientras estuvo acusado de un delito que no cometió.

Todo comenzó el 17 de enero de 2012 en Puerto Cisnes, cuando quien entonces era su pareja se presentó en su trabajo y lo acusó de haber abusado de su hija de ocho años. Dado que Pérez es funcionario de Carabineros y sabe cuáles son los caminos para probar una acusación de este tipo, además de negar enfáticamente la acusación le dijo a la mujer que llevara a la niña al hospital de la localidad para constatar que él jamás le había hecho daño.

Sin embargo, en un inexplicable error del profesional que atendió a la niña en el recinto médico, se declaró que la niña había sido violentada sexualmente y así Cristian Pérez fue acusado de abuso sexual y violación contra una menor. Su vida cambió para siempre.

Durante el juicio oral que absolvió a Cristian Pérez, un especialista en ginecología y obstetricia declaró que era imposible que la niña hubiera sido violada. Psicólogos declararon que la menor no presentaba conductas de un niño víctima de abuso sexual. Los mismos jueces interrogaron a la pequeña y no vieron otra cosa que una niña normal, alegre y sin daño.

DECLARACIÓN DE LA MADRE
Quizá más importante que todo lo anterior fue la contundente declaración de la madre de la víctima, quien señaló que por haber sufrido de violencia sexual en su infancia, mal interpretó una actitud de la niña y la presionó para que dijera que Cristian Pérez había abusado de ella.

La niña incluso reconoció ante peritos que había dicho que su “tío” la había abusado para complacer a su madre, que insistía una y otra vez en lo mismo.

En su declaración, la madre señaló que antes de que su ex pareja fuera formalizado, se dio cuenta del error que había cometido y quiso repararlo acudiendo al Ministerio Público y retractándose de su declaración, pero no fue escuchada. Es más, creyeron que mentía, por lo que la investigación siguió adelante.

"FUE TREMENDO"
Tras superar esta difícil prueba, Cristian Pérez explica hoy cómo logró salir adelante.

Hoy, que ya está libre de toda acusación y se comprobó su inocencia, ¿qué siente al recordar los últimos meses?
Todavía me cuesta asimilar todo lo vivido. Siento dolor, impotencia y también alivio, porque la pesadilla ya terminó. Fueron meses de estar acusado de delitos terribles en contra de una niñita, de cosas que yo jamás haría. Ser acusado e investigado fue tremendo. Estuve privado de libertad por siete meses, mientras se realizaba la investigación, y ese tiempo no me lo devuelve nadie.
No estuve en una cárcel porque como soy uniformado, por mi seguridad la prisión preventiva la cumplí encerrado en una habitación de la Prefectura de Coyhaique. Tal vez no era una cárcel común, pero igual estaba encerrado entre cuatro paredes, con vigilancia las 24 horas del día, sin poder salir a hacer mis trámites. Si hasta para comprar jabón para bañarme dependía de la buena voluntad de un colega que quisiera hacerme el favor de ir a comprar.
No pude ver a mis dos hijos, que viven con su madre en Santiago porque estamos separados. Cuando hablábamos por teléfono y ellos me preguntaban por qué no iba a verlos, por qué no estaba trabajando, les mentía tratando de que no supieran lo que estaba viviendo para que no se preocuparan.
Siempre dije que era inocente, a todo el mundo se lo dije, y es terrible ver la duda en los ojos de la gente, de tus compañeros, de tus superiores y jefes. Soy uniformado y esto me afectó mucho en mi trabajo, en donde me quedan sólo meses para mi retiro. De hecho, paralelamente a la investigación penal, se me hizo un sumario y hasta me habían dado de baja, pero como finalmente en el juicio oral se comprobó mi inocencia y me absolvieron, el jefe de Zona de Carabineros detuvo el proceso y se me reincorporó.

¿Imaginaba un escenario en que se lo condenara?
Sempre estuve tranquilo,porque sabía que no había hecho nada malo. Sin embargo, preso uno tiene tiempo de pensar muchas cosas y claro, igual pensaba que había una posibilidad de que no me creyeran y me condenaran. Me desvelé muchas veces pensando cómo salir de este problema porque si no, ¿qué sería de mis hijos, de mi familia, de mi vida?

Su pareja de ese momento fue quien lo acusó de violación y abuso en contra de su hija ¿Por qué cree que hizo esto?
A ella no le guardo rencor. Lo que pasó fue que cuando ella era niña sufrió de abusos sexuales y nunca superó ese trauma. Por eso, ella mal interpretó una conducta de la niña y no se quedó tranquila hasta que su hija le dijo que sí, que yo le había hecho algo, pero se lo dijo para que la dejara tranquila, para complacer a la mamá.
A los dos días de que me denunció, mi ex pareja se dio cuenta de lo que había hecho y fue a Fiscalía a corregir ese tremendo error, pero allá no la escucharon, pensaron que mentía y siguieron adelante con la investigación en mi contra. Ella no tenía para qué mentir, si nosotros ya no estamos juntos, ella no ganaba ni ganó nada con mi absolución, a no ser que ahora tiene su conciencia en paz.

En el juicio oral su ex pareja declaró que había cometido un error…
Así es, ella declaró en el juicio delante de los jueces y de todos los presentes que se había equivocado y contó por qué se había equivocado. En eso, le reconozco, fue muy valiente de su parte. Su hija, esta chiquitita, también declaro en juicio que yo no le había hecho nada. Si la Fiscalía las hubiera escuchado la primera vez, mucho antes de que me formalizaran, no habríamos llegado a este punto.

Cristian, usted es carabinero... ¿Cómo fue ver el sistema desde la otra posición, la de imputado?
Muchas veces declaré en juicios desde mi posición de carabinero y si alguien me hubiera dicho que alguna vez yo estaría en el banquillo de los acusados jamás lo habría creído y, sin embargo, así fue.
Creo que las instituciones tienen que tener más flexibilidad, no empecinarse tanto con buscar una condena, sino en esclarecer la verdad. A pesar de todo, yo sigo creyendo en el sistema, pero sí creo que hay que tener más cuidado, ser más rigurosos, buscar la verdad más que buscar que les den la razón.

DEFENSA PÚBLICA
¿Qué significó para usted tener un defensor público a su lado durante este proceso?
Fue muy importante. Mi defensor, Sebastián Lagos, me apoyó mucho, me creyó en todo momento cuando le dije que era inocente y sé que se esforzó porque se hiciera justicia conmigo.

¿Que se siente volver a trabajar a Puerto Cisnes cuando toda la gente allá debe saber lo que ocurrió?
Volví a Cisnes con la frente en alto porque soy inocente y la gente me ha recibido bien. Sin embargo, no puedo saber qué piensa cada uno, no puedo meterme en sus cabezas y aclararles que si me absolvieron, es porque soy inocente de esos cargos horribles que se me imputaron. Eso me amarga un poco y pienso que tal vez pudiera traerme problemas cuando tenga que fiscalizar un pub o restaurant en la noche, porque con trago la gente cambia y por ahí alguien me puede decir algo.

¿Qué planes tiene a futuro?
Ver a mis hijos, estar con ellos y tratar de irme de la región para terminar mi servicio en tranquilidad. Llevo ocho años de trabajo impecable en la zona, pero con lo que viví siento que debo irme, aunque sé que a cualquier lugar de Chile donde pudiera ser trasladado voy a cargar con el estigma de haber sido imputado por delitos muy fuertes, y a pesar de mi absolución, no sé qué prejuicios podrán tener contra mí los colegas y jefaturas con los que me encuentre.
Después de lo que me pasó, entiendo muy bien cuando Pablo Mackenna dijo “el daño ya está hecho”, porque eso siento, ya se me hizo un daño tremendo y eso no tiene vuelta.

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