Sala de Prensa

09/07/2013

Tras cumplir un año como defensor local de esa localidad. el abogado explica las dificultades del cargo

Héctor Benavides: con el corazón en la Patagonia

El profesional dice que esta etapa ha sido la mejor de su vida. Un testimonio que explica por qué quienes llegan de otras regiones y realidades terminan, al poco tiempo, enamorándose de la Patagonia.

Por Valeska Olavarria G.,
Defensoría Regional de Aysén.

A días de haber dejado su cargo como defensor local de Cochrane, Héctor Benavides Silva se refiere a la labor realizada durante más de un año en una de las localidades más alejadas de Chile. Y lo hace con una mezcla de emoción por asumir una nueva etapa en su vida profesional, pero también con mucha  nostalgia por dejar la Patagonia, los afectos que aquí permanecen y un trabajo que le apasiona.

¿Es muy difícil para alguien que viene de ciudades como Santiago y Puerto Montt, acostumbrarse a la vida en una ciudad pequeña?
Diría que vivir en un lugar como Cochrane tiene más cosas positivas que negativas. Tal vez lo único malo es la deficiente conectividad, las grandes distancias que hay que recorrer y quizás los riesgos a los que uno pueda estar sometido en el recorrido de esas distancias. Pero desde el punto de vista de calidad de vida, es incomparable a cualquier otro lugar de Chile y tal vez del mundo. Permite desarrollar una vida mucho más tranquila y equilibrada.

¿En qué te ha aportado profesionalmente esta experiencia?
El trabajo que se hizo fue muy próspero en resultados, en aprendizajes de mi parte, porque al trabajar en una localidad que es más pequeña se tiene la posibilidad de enfrentar cada causa de mejor manera, con mayor minuciosidad. Eso en otras ciudades grandes es imposible, ya que la vorágine te lleva un poco a tomar todo más rápido. Aquí hay más tiempo para hacer un trabajo que cumpla con la calidad que uno como defensor quiere para cada caso y para sus representados.

¿Cómo fue tu relación que con los usuarios?
Nuevamente aquí influye el factor de la ciudad más pequeña, ya que la relación que se establece entre el defensor y los defendidos es mucho más personal. Tú te conoces con las personas, conversas con ellas, incluso fuera de la oficina existe la posibilidad de encontrarse y uno tiene que asumir que esa situación es así. Al principio era un poco extraño para mí, porque venía de Puerto Montt, donde esta situación no puede darse porque es una ciudad grande y hay otro ritmo de vida, pero me acostumbré y siento que es muy bueno que así sea.

RELACIÓN DE CONFIANZA
¿Por qué es positiva esta cercanía?
Porque la relación con el abogado es una relación de confianza y si tú logras establecerla con la gente que vas a representar, claramente eso beneficia mucho el trabajo que realizas, tanto en lo referido a un análisis de una causa determinada o una defensa. Y es beneficioso no sólo como defensor, sino como abogado en general.
Esta cercanía con las personas, el que la gente supiera que el defensor y la señora Alicia -que es la asistente de la Defensoría en Cochrane- estuviéramos siempre llanos a atender, a recibir y a escuchar a quien necesitara de nuestro servicio, es lo que generó que las personas tengan una buena percepción de nuestra institución.
Tratamos de acercar la Defensoría a la gente, no sólo en Cochrane, sino también las veces que fui a Caleta Tortel  y Villa O’Higgins, donde también hubo una muy buena acogida para la labor que nosotros realizamos. Sin lugar a dudas, estoy seguro de que el nuevo defensor que llegue a Cochrane seguirá en esta misma sintonía que, por lo demás, es un lineamiento de la Defensoría a Regional y de la Defensoría Nacional, en cuanto a generar lazos más estrechos con la comunidad.

La lejanía entre los centros poblados es una característica de la región de Aysén ¿Cómo se vive esa particularidad ejerciendo como defensor público?
Parte del trabajo del defensor es también cubrir otras defensorías, además de la propia, cuando el defensor titular se ausenta por enfermedad, vacaciones u otros motivos. Desde mi experiencia puedo decir que es una situación compleja, porque en algunos casos hay que viajar  desde Cochrane a Chile Chico en un camino de tres horas, para llegar a tomar una audiencia que puede durar quizás 15 minutos, pero hay que hacerlo porque nuestra misión es entregar defensa penal de calidad a las personas  imputadas de delito en cada etapa de este proceso. Es decir, desde que son detenidas y están a la espera de formalización, hasta el cumplimiento total de su condena, si ese fuera el caso.

¿Tu paso por la región cumplió con tus expectativas profesionales y personales?
Completamente. Es más, siento que superó todas las expectativas que me había formado. Hasta ahora, de los casi cinco años que llevo trabajando como abogado, esta fue la mejor época de mi vida. Y desde el punto de vista personal, fue una experiencia increíble que me ha dejado mucho. Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Tanto, que tengo toda la intención de volver y espero que la región quiera recibirme.

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