Sala de Prensa

31/07/2013

Defensora penal pública logró que se le declarara definitivamente inocente tras anular primera sentencia.

Absuelven a obrero tras dos juicios y 10 meses de prisión

Miguel Ángel de la Fuente ya había sido condenado a 8 años de prisión en caso de narcotráfico que significó la cárcel para otros tres imputados.

Por Héctor Mérida C.,
Defensoría Regional de Arica y Parinacota

Miguel Ángel no quiso una fotografía con su rostro de frente, pero se mostró firme en divulgar su caso para ayudar a “que ojalá no le ocurra a nadie más”, como dijo tras pasar 10 meses en prisión preventiva. Se trata de un nuevo caso en que una persona es declarada definitivamente absuelta de un delito luego de pasar un largo periodo encerrado en un recinto penitenciario y que salva su drama con la asistencia jurídica de una profesional de la Defensoría Penal Pública. Ella, tras una primera condena, logró anular el primer juicio y convencer al nuevo tribunal de la inocencia de su representado.

El caso ya acaparó titulares de la prensa en la ciudad de Arica, en donde tras el segundo juicio oral fue absuelto de la acusación de narcotráfico el obrero Miguel Ángel de la Fuente Jorquera. La sentencia definitiva fue pronunciada el jueves 25 de julio tras la decisión de la Corte de Apelaciones de anular – sólo en lo concerniente a este imputado - el anterior juicio en que lo habían condenado a 8 años.

Miguel Ángel fue detenido en septiembre del año pasado junto a otras 3 personas, cuando se subió a la camioneta de quien lo contrató para trabajar de pioneta. El grupo era vigilado hace meses por la policía que recopilaba los antecedentes que les significó la condena por narcotráfico, pero el obrero sólo apareció en el último instante , a pesar de lo cual se le atribuyó tener a cargo la vigilancia y protección en torno al ilícito.

“El elemento primordial que respaldó la versión de la defensa fueron las afirmaciones de los propios testigos que presentó la parte acusadora. Estos funcionarios policiales siempre indicaron que sobre mi representado no hubo escuchas telefónicas ni otro registro de una actuación en el tráfico, que nunca tomó contacto con la droga”, explica Mariana Galaz, la defensora penal pública que tuvo este caso a su cargo.

La profesional explica que ése elemento fue clave para conseguir que la Corte de Apelaciones de Arica anulara el primer juicio porque no se valoraron tales pruebas, elementos que en la segunda oportunidad ponderó positivamente el nuevo tribunal.

“No tengo palabras para agradecerle a mi defensora todo lo que hizo por mí, ella era mi única luz de esperanza en todo este tiempo de cárcel que me cambió radicalmente la vida”, expresa este obrero de 47 años. “Fue un sufrimiento diario que me trajo problemas con mi familia y con mi pareja, que se alejaron de mí cuando supieron que estaba acusado de narcotráfico”, precisa.

"Estoy muy feliz con este desenlace porque sé lo difícil que fue para él vivir en prisión. Me pedía que no lo olvidara porque todos los demás lo dejaron solo”, detalla Mariana Galaz, quien concluye: “y yo le dije que la Defensoría no lo abandonaría nunca, así que cumplimos”.

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