Sala de Prensa

26/08/2013

Su presentación, y también la de su sitio web, será mañana, en el Centro Cultural Palacio de La Moneda.

29 casos de error judicial suma el “Proyecto Inocentes” de la Defensoría (*)

La iniciativa busca abrir el debate sobre las posibilidades de equivocación del sistema de persecución penal, identificar las causas que llevan al encarcelamiento de un inocente y dar un espacio público a quienes han sido injustamente involucrados en delitos.

(*) El siguiente reportaje, escrito por la periodista Andrea Chaparro, fue publicado en la edición de hoy de El Mercurio Legal.

Las posibilidades de error en la persecución penal no son pocas, dicen las publicaciones especializadas. La experiencia de algunos países, como Estados Unidos, Canadá y Australia, ha demostrado que las equivocaciones suelen ser más frecuentes de lo que podría esperarse, y frente a esta realidad, la Defensoría Penal Pública se hizo hace algunos años una pregunta: ¿ocurría también este tipo de situaciones en Chile? Así nació el “Proyecto Inocentes”, cuya presentación oficial se realizará mañana en el Centro Cultural Palacio de la Moneda.

Se trata de una iniciativa que busca abrir el debate sobre el tema y generar mejores prácticas de parte de los actores del sistema, así como dar un espacio público -en su página web- a quienes han sido injustamente privados de libertad por delitos que no cometieron. A la fecha, en el sitio ya hay registro de 29 casos.

Entre ellos está el del conductor de televisión Pablo Mackenna, tal vez el más conocido por la opinión pública, pero la mayoría son de personas comunes, como Yerko General P., Mauricio Pardo V., Julio Barraza S. y René Aliaga P., quienes fueron acusados de asaltar una pizzería, y permanecieron 120 días presos debido a un reconocimiento erróneo por parte de las víctimas.

Está el caso de S.A.C. -imputado por violación e identificado por la afectada en un reconocimiento fotográfico-, quien permaneció nueve días detenido, pero finalmente un examen de ADN acreditó que no había tenido participación en el hecho. O el de Rodrigo González O., a quien el conductor de un taxi colectivo acusó falsamente de robo con intimidación, denuncia que lo tuvo 270 días encarcelado.

Y según cifras globales de la Defensoría, estos casos van en aumento. En 2006 se contabilizaban 275 absueltos por año, y en 2011 el número aumentaba a 588. El crecimiento fue de un 113 por ciento.

EL PROYECTO
El Defensor Nacional, Georgy Schubert, cuenta que el “Proyecto Inocentes” surge del análisis de la experiencia de sistemas comparados, principalmente anglosajones, donde se ha desarrollado abundante investigación sobre los errores que cometen los actores que intervienen en el modelo. Pero estos estudios abordaban casos de personas inocentes condenadas, y en Chile prácticamente no existía evidencia de sentenciados equívocamente cuya inocencia se hubiera establecido mediante recurso de revisión.

Y es que los estadounidenses, por ejemplo, tienen gente dedicada de manera exclusiva a casos de personas condenadas que pudieran ser susceptibles de revisión y cuentan con un protocolo de conservación de evidencia que permite volver sobre ella años después de haberse dictado sentencia condenatoria, y acá eso no ocurre, explica Schubert, agregándose a esto las dificultades que impone la acción de revisión, por lo restrictivo de sus causales.

Entonces, ante las particularidades locales, se decidió trabajar con otro grupo de muestra: en su mayoría, personas inocentes que estuvieron privadas de libertad -ya sea en prisión preventiva o detenidas- durante la investigación penal.

LAS CAUSALES
Ahora, el Defensor Regional Metropolitano Norte, Leonardo Moreno, quien además es miembro del comité que selecciona las causas que se incorporan a la iniciativa, recuerda que “no se trata sólo de buscar casos donde se hayan cometido errores, sino de detectar aquellos donde esos errores se refieran a prácticas o formas en que opera el sistema para mejorarlo”.

Según las investigaciones extranjeras de este fenómeno -citadas en un artículo académico del profesor de derecho de la UDP Mauricio Duce-, entre las principales causas de error están los problemas con la identificación de los imputados, el uso de prueba pericial de baja confiabilidad, la utilización de confesiones falsas, la denominada “visión de túnel” (fijarse sólo en una hipótesis y tratar de comprobarla) y el mal trabajo de las agencias de persecución penal, así como la inadecuada representación legal de los condenados.

¿Qué pasa en Chile? El profesor Duce explica que “existe evidencia que indica que hoy en nuestro país este es un problema serio (los errores del sistema) y que no hay prácticas que aseguren una confiabilidad mínima”.

La evidencia empírica muestra, por ejemplo, que hoy los procedimientos nacionales para el reconocimiento de sospechosos -dice el académico- “no se estarían haciendo de acuerdo a los estándares internacionales. Por tanto, el riesgo de que ellos estén arrojando información poco confiable, que es valorada por tribunales para decidir, es altísimo”.

Y por ello también la posibilidad de error. Y justamente la causal de equivocación más frecuente en el país, plantea Moreno, sería la identificación errónea de personas, seguida probablemente de las conductas inadecuadas de agentes del Estado.

Por Andrea Chaparro,
El Mercurio Legal.

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