Sala de Prensa

28/10/2013

Cuatro testimonios de personas que fueron encarceladas inmerecidamente

Proyecto Inocentes sigue sumando historias de dolor e injusticias (*)

(*) El siguiente reportaje, escrito por la periodista Fabiola Ancapichún, fue publicado en el diario El Llanquihue de Puerto Montt.

Por Fabiola Ancapichún,
periodista diario El Llanquihue.

Grace Aguayo se sienta y está más tranquila. La justicia le dio la razón. Hace algunas semanas, el Tribunal de Garantía de Puerto Montt decidió sobreseer definitivamente su caso por inocencia, gracias a los argumentos de su abogado defensor, Jorge Matzner, que desde un comienzo sostuvo que ella no tuvo ninguna participación en el homicidio de Ricardo Monroy Lara en el sector de la Costanera, el 29 de marzo de este año.

A esta mujer, madre de un joven de 20 años, sólo le quedó el amargo sabor de haber estado injustamente privada de libertad en la cárcel de Alto Bonito cerca de un mes, con todo el estigma que esto conlleva ante la comunidad.

Esta semana los antecedentes del caso de Grace Aguayo fueron enviados a la coordinadora general del Proyecto Inocentes de la Defensoría Penal Pública. Dentro de las próximas semanas serán evaluados por el Comité Editorial.

Las exigencias requeridas por el comité para la aprobación de un caso son, por ejemplo, que haya quedado establecido el  error que vició la investigación o que exista una prueba exculpatoria que dé cuenta de la inocencia de la persona que fue imputada.

LA COSTANERA
Grace es oriunda de Santiago y hace ocho años que vive en Puerto Montt. Recuerda que el día del crimen estaba con su pareja, Javier Canales, un conocido que es Carlos Lavín (apodado El Gato) y la víctima, bebiendo ron en la Costanera. Este último le tocó el trasero y se armó la brutal golpiza que terminó con su vida.

La mujer dice que Lavín no dejaba de agredirlo. Incluso, que ella se tiró encima del afectado para impedir que le siguieran pegando. Como sufre de depresión, le pidió a su pareja irse del lugar, aunque asegura que nunca pensó que Monroy fallecería a las horas después. Su pareja y El Gato están en la actualidad en prisión preventiva acusados de homicidio.

Retrocede en el tiempo y recuerda cuando estuvo en la cárcel injustamente: “Me desilusioné de la justicia, porque estaba encerrada en un cuartito y lo único que hacía era pensar. Fue horrible. No tenía comunicación con nadie, ni siquiera podía hablar con mi mamá. Además, perdí mi trabajo y hasta el día de hoy me ha costado encontrar una fuente laboral. En Puerto Montt ese es el problema, de que mi nombre ha salido varias veces, pese a que yo fui inocente, pero por el hecho de haber estado presa un mes no me dan trabajo”.

-¿Crees que se te cerraron las puertas?
-Así es. Aunque una salga mil veces y sea inocente, por el hecho de haber estado en la cárcel no hay posibilidades.

-¿En quién recae la responsabilidad?
-En la Fiscalía, que no toma los antecedentes reales. La fiscal me dijo: 'Si tú culpas a alguien, yo te ayudo. Si no, yo te hundo'.

-¿Cómo te afectó todo esto?
-Mi mamá se enteró a través del diario en internet y se tuvo que retirar de su trabajo. Mi hijo también cayó en depresión. De verdad, hay gente presa que es inocente y no hay cómo recuperar lo que se perdió. Me tuve que ir a Santiago alrededor de un mes, donde está mi familia. Ahora estoy en Puerto Montt y trato de empezar de nuevo.

EL TAXISTA
El año 2012, Enrique Martínez, un taxista informal, fue absuelto por la justicia, luego de pasar nueve meses en prisión preventiva acusado de traficar 30 kilos de marihuana.

La defensora local jefe de Osorno, María Soledad Llorente, dijo que “mi representado no participó en el delito que la Fiscalía le imputaba. Él solamente condujo su taxi luego de que uno de los coimputados lo contratara para hacer una carrera desde Valdivia a Cunco (Región de La Araucanía), pasando por Osorno a recoger a dos amigos. Por este trabajo le pagaron 150 mil pesos. Dos semanas después, fue nuevamente contactado para recogerlos en el terminal de buses de Valdivia y fue detenido por la PDI”.

La defensora agregó que el obrero conocía a uno de los otros imputados, a quien trasladaba durante las noches luego de que salía de lugares nocturnos. “Este era el único contacto que Enrique Martínez tenía con las personas que fueron condenadas por tráfico de drogas. Estas últimas estaban siendo investigadas y tenían sus teléfonos celulares intervenidos, ya que la PDI sospechaba que traerían droga desde Argentina”, explicó.

El taxista contó que estos 10 meses fueron muy complicados, debido a que no pudo ver a su familia, ya que su conviviente y madre de sus hijas -de 17 y 11 años de edad- lo abandonó un mes y medio después de que fue encarcelado.

“Mi mujer no soportó esta situación y me abandonó. Le dijeron que yo estaba metido en la droga y que iba a pasar varios años en la cárcel. Por eso terminó conmigo, eso fue lo peor de todo esto. Lo único claro es que se me hizo mucho daño en este caso”, relata.

LA MADRE
Un hecho similar vivió Patricia Quintul, quien pasó en la cárcel un año y seis días antes de que los jueces del Tribunal Oral de Osorno la absolvieran de los cargos con los que la Fiscalía la acusaba como autora de un homicidio.

El Tribunal Oral en lo Penal de Osorno determinó que no existían pruebas suficientes para concluir, más allá de toda duda razonable, que Patricia Quintul había causado la muerte de Hardy Carrasco Antilef, en un hecho ocurrido el 19 de septiembre de 2010, durante una pelea entre vecinos del sector de Rahue, en Osorno. 

Según la acusación efectuada por el Ministerio Público, Patricia Quintul habría estado junto a su hijo, Percival Jaramillo Quintul, cuando éste le disparó a Hardy Carrasco, supuestamente en venganza por golpear a un adolescente. Además, la Fiscalía presentó como testigos a familiares de la víctima, quienes la habrían escuchado cuando le ordenó a gritos a su hijo que disparara a la víctima.

“Fue un caso complejo. Sabíamos que ella no debía estar en prisión preventiva, ya que no era autora de la muerte de la víctima. Por este motivo, en varias ocasiones solicitamos la revisión de su medida cautelar, para lograr que se le aplicara una menos gravosa. A pesar de que nuestra solicitud fue acogida en el tribunal de garantía, dos veces la Corte de Apelaciones de Valdivia la revocó, manteniendo a la imputada en prisión preventiva”, explicó su defensor, Cristián Rozas.

Los magistrados condenaron como autor de homicidio simple al hijo de la mujer. En su resolución, dijeron que “estos jueces han adquirido convicción, más allá de toda duda real, razonable, que únicamente de las personas que fueron acusadas, sólo el enjuiciado Persival Jaramillo Quintul participó de un modo inmediato y directo en los hechos”.    

CASO MORAGA
Un caso estremecedor y que sin duda causó conmoción entre los chilotes fue la violación y muerte de Ema Igor Ascencio (78). En este caso, el maestro soldador Jaime Moraga Muñoz (34) recuerda con pena y rabia la pesadilla que debió soportar, tras pasar dos años en prisión preventiva, luego de ser acusado como coautor de este crimen, ocurrido el 10 de enero de 2009.

Finalmente, el Tribunal Oral de Castro decidió absolverlo de todos los cargos.

Según los primeros antecedentes que se conocieron, desconocidos entraron hasta el club Estrella Insular -sede de la Logia Masónica de Ancud, donde la mujer trabajaba como ama de llaves-, lugar donde la golpearon en la cabeza y después la violaron.

La policía detuvo a Erwin Andrade, quien reconoció haber violado a la mujer, luego de que sus muestras orgánicas arrojaran resultados positivos en el examen de ADN. Ocho días más tarde fue detenido Jaime Moraga, quien mantenía pendiente una condena por hurto.

La Fiscalía formalizó a Moraga, fundamentando su detención en la supuesta coincidencia de su huella con una encontrada en el lugar de los hechos. En el juicio los jueces sostuvieron que dicha huella digital no era de la calidad necesaria como para ser considerada evidencia, ya que era una impresión parcial y de mala calidad, opiniones que también fueron refrendadas por peritos expertos que declararon.

Tras quedar en libertad, viajó hasta Santiago, ya que nunca más quiere volver a Chiloé. Sólo desea olvidar.

-¿Cómo fue estar preso dos años?
-No quiero ni acordarme. Yo estuve agonizando estos dos años, con psiquiatra, tomando pastillas para poder dormir y para la depresión.

-¿Qué le pasa en la cárcel a un reo cómo tú, a quien se le acusa de violar y matar a una abuelita de 78 años?
-Todos me empezaron a echar del módulo por “violeta”. Me hicieron muchos problemas y en todos los módulos pasó lo mismo. Como le digo, yo estaba con depresión, no podía dormir en la noche, pasé por cuatro módulos por culpa de esta causa.

-¿Qué te hacían los demás internos?
-Me trataron de quemar y de otro módulo vinieron a agredirme dos internos con cuchilla y yo me defendí.      –

PROYECTO INOCENTES
Según el Defensor Regional, Erwin Neumann, existen muchas situaciones en que personas que no tenían ninguna responsabilidad en los hechos que se investigaban estuvieron detenidas. Algunos estuvieron meses detenidos, otros fueron absueltos en los juicios y también hubo casos en que en instancias previas se determinó que ellos no habían participado.

Este proyecto intenta recoger estos casos para mejorar el sistema y que no existan errores, recalca Neumann. Uno de ellos fue conocido a nivel nacional: se trata de la acusación en contra de Pablo Mackenna, quien finalmente fue absuelto de abuso sexual, ya que se comprobó que era inocente.

En el sitio www.proyectoinocentes.cl se pueden conocer los diversos casos de personas a lo largo del país que han estado tras las rejas, pese a ser inocentes.

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