Sala de Prensa

29/11/2013

Equipo de la Defensoría Regional de Arica y Parinacota llegó hasta esa localidad precordillerana

Vecinos de Tignamar conocieron modelo de defensa penal indígena

El poblado, situado a 3 mil 700 metros sobre el nivel del mar, es habitado por familias aymaras dedicadas a la agricultura y la ganadería.

Héctor Mérida Céspedes,
Defensoría Regional de Arica y Parinacota.

Para llegar al pueblo de Tignamar hay que atravesar el desierto de mar a cordillera por una extensión horizontal de 170 kilómetros y, además, subir 3 mil 700 metros hacia el cielo. Allí se encuentra este pueblo, de un centenar de  habitantes, donde profesionales de la Defensoría Regional de Arica y Parinacota realizaron una nueva charla de difusión, teniendo como público a una veintena de lugareños, hombres y mujeres.

La actividad, organizada por la jefatura de Estudios, fue encabezada por el defensor local especializado Antonio Raveau, quien explicó a los presentes en qué consiste la misión de la Defensoría Penal Pública y, dentro de ello, a qué se le llama 'modelo de defensa penal indígena'. “Antes había otra forma de impartir justicia, la que cambió a otra en que hay una defensa garantizada, que ejercemos nosotros y que ahora recoge criterios interculturales”, aclaró el abogado.

Los lugareños reunidos en la sede de la junta de vecinos acudieron en respuesta a una convocatoria hecha en conjunto con el presidente de esa organización social, Adalberto Flores, quien casa a casa recordó a los agricultores y ganaderos lo importante de la ocasión. Junto con ese contacto directo, é mismo trepó hasta la torre de la iglesia del pueblo para tocar las campanas, cuyo sonido siempre es señal de que sucede algo importante en este lugar.

“Fue una ocasión meritoria, en que los vecinos llegaron, apesar de las diferentes dificultades que hay en una comunidad de este tipo y mantuvieron interés en lo expuesto en su sede vecinal, en la que incluso había vestigios claros de valoración de la costumbre aymara, como la presencia de la hoja de coca en las mesas del recinto”, destacó Inés Flores, la facilitadora intercultural de la Defensoría Regional.

La charla fue la ocasión propicia para que los lugareños expusieran también las experiencias que han vivido con las policías o los sistemas penales (antiguo y nuevo), preguntando por la forma en que pueden solicitar asistencia en defensa, como también para hacer denuncias en casos penales.

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