Sala de Prensa

08/01/2014

Al inicio de juicio oral detalló cómo el consumo de drogas propició que ultimara a una joven muchacha.

“Necesitaba contar todo de una vez”, dijo joven al confesar homicidio en Iquique

Defensor penal público destacó el ánimo de esclarecer los hechos que mostró su representado, quien entregó todos los antecedentes a la justicia.

Por Héctor Mérida C.,
Defensoría Regional de Tarapacá.

“Cuando llegó la policía yo cooperé al instante. Necesitaba contar todo de una sola vez”. Estas palabras fueron el centro de la declaración que pronunció ante el Tribunal Oral de Iquique el único acusado por el asesinato de una menor de 15 años, la cual fue encontrada posteriormente descuartizada, en un caso que el año pasado conmocionó a Iquique.

Edison A.A., de 24 años, admitió claramente su total responsabilidad en el deceso de Micaela M.H., de 15 años, en el comienzodel juicio oral que revisa el caso, en el cual es asistido legalmente por el defensor penal público Sergio Vilca Larrondo.

El joven prestó esta declaración apenas las partes terminaron sus alegatos de apertura y se extendió por casi dos horas, incluyendo las consultas de la acusación, los querellantes, los jueces y la defensa. El juicio comenzó el pasado lunes 6 y proseguirá al menos durante esta semana, en audiencias a la que asisten familiares de la víctima. El tribunal está compuesto por el juez Rodrigo Vega (presidente), Marilyn Fredes y Franco Repetto.

“No cuestionamos la autoría de los hechos, pero queremos destacar que mi defendido colaboró desde que pudo tomar contacto con los representantes de la ley, atendido el impacto emocional que le embargaba”, explicó Sergio Vilca.

El abogado explicó que la única discrepancia se produce con la querella interpuesta por el Sename, que pide caratular los hechos como homicidio calificado, mientras que la defensa pública y el propio Ministerio Público lo especifican como homicidio simple.

En el caso también presentaron querellas el Centro de Atención de Víctimas de Delitos Violentos de la Corporación de Asistencia Judicial y la Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior.

LOS HECHOS
El caso se conoció el 14 de febrero del año pasado, cuando la propietaria de una céntrica  residencial de Iquique descubrió numerosas cajas en el techo de su propiedad, las que contenían partes del cuerpo de una muchacha, con data de varios días.

El primer sospechoso del crimen fue el sobrino de la mujer, a quien la policía ubicó horas después en una playa ubicada al sur de Iquique, en donde habitualmente buscaba refugio cuando se sentía con problemas.

En ese lugar, los agentes preguntaron por él a unos recolectores de algas en la playa Aguaditas. “No me conocían, así que me acerqué y les puse las manos para que me colocaran las esposas”, explicó el ahora acusado.

Antes de este drama, Edison A. A. vivía un periodo que le propiciaba una mejor vida pues, tras haber pasado tiempo sumergido en el consumo de pasta base, se había estabilizado en un empleo y había iniciado un curso de cocina, que seguía con aplicación.

“De todo esto estoy arrepentido, me siento mal”, concluyó el joven en la primera parte de su declaración ante el tribunal, especificando que justo en esos días había tenido una recaída en su consumo problemático de pasta base y alcohol, circunstancia en la que conoció y tuvo la discusión con la víctima, lo que desencadenó la tragedia que llevó a la muerte de la joven.

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