Sala de Prensa

14/01/2014

La Sala Penal del máximo tribunal del país

Corte Suprema acogió recurso de revisión y absolvió a inocente preso en Copiapó

Una vez tomada la resolución, los magistrados dictaron una sentencia de remplazo que absolvió a Julio Robles Vergara, quien debiera quedar libre en horas de esta tarde desde el penal de Copiapó, donde estuvo acompañado por el jefe de Estudios de la Defensoría Regional de Atacama, Renato González.

Por Marcelo Padilla V.,
Defensoría Nacional.

La Segunda Sala Penal de la Corte Suprema acogió hoy el recurso de revisión presentado por el jefe de Estudios de la Defensoría Regional de Atacama, Renato González, en favor de Julio César Robles Vergara (35), un trabajador que el año pasado fue condenado a cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo por el Tribunal Oral en lo Penal de Copiapó, tras ser imputado por un robo con violencia ocurrido en esa ciudad el 4 de agosto de 2010.

Por cuatro votos contra uno, los ministros Hugo Dolmestch (presidente), Lamberto Cisternas y Juan Escobar, junto al abogado integrante Ricardo Peralta anularon la sentencia condenatoria que pesaba sobre Robles y dictaron una sentencia de remplazo que lo absolvió, decretándose entonces su inmediata puesta en libertad.

“Este tribunal ha llegado a la convicción de que Julio César Robles Vergara no es responsable de los cargos formulados en su contra, en calidad de autor del delito de robo con violencia (…) y se procederá, en consecuencia, a anular dicho fallo y extender el correspondiente de remplazo (…) Comuníquese lo resuelto, por la vía más rápida, al tribunal de primera instancia, con el objeto que dé orden inmediata de libertad respecto del mencionado Robles Vergara”, señala el fallo de mayoría.

El voto contrario fue el del abogado integrante Luis Bates, para quien los hechos esgrimidos en el recurso de la Defensoría “no satisfacen las exigencias previstas en la causal de revisión invocada”, en cuanto a que el hecho nuevo esgrimido para acreditar la inocencia del imputado (la nueva versión de Hugo Henríquez, una de las víctimas del robo) “carece de mérito para desvirtuar la evidencia incriminatoria”.

REACCIONES DE FELICIDAD
Tras la lectura del fallo, hecha por el ministro Juan Escobar -quien incluso fue abrazado por Cecilia Robles, hermana del absuelto-, los familiares de Robles se abrazaron unos a otros y expresaron su felicidad a viva voz, tanto dentro como fuera de la sala del tribunal.

Consultado por la prensa, el magistrado Escobar explicó que fue fundamental para el tribunal que “una de las víctimas, en un momento dado, reconoció que se había equivocado al hacer la denuncia, agregado a otros antecedentes, como que (Robles) era una persona que tenía trabajo estable, que ganaba entre 600 mil y 700 mil pesos y que sustrae 30 mil… que no tenía antecedentes penales. Todo eso consideró el tribunal”.

En la Cárcel de Copiapó, en tanto, Robles estuvo acompañado por el jefe de Estudios de la DPP en Atacama, junto a quien se enteró del fallo absolutorio. Al salir del penal, Renato González fue saludado efusivamente por familiares y amigos de su defendido, quien debe recuperar su libertad en las próximas horas.

PROTOCOLO DE RECONOCIMIENTO
Sin perjuicio de que Julio Robles podría ahora demandar al Estado por el daño que se le causó al condenarlo injustamente -opción que fue expresamente reconocida por el magistrado Escobar-, tras la audiencia el Defensor Nacional, Georgy Schubert, llamó la atención sobre la necesidad de que los distintos intervinientes del sistema de persecución criminal debatan sobre la necesidad de estandarizar un protocolo para el reconocimiento de sospechosos, pues la mayoría de las condenas erróneas ocurren por fallas en esta etapa. En ese sentido, valoró los avances logrados el año pasado en esta materia por el Ministerio Público y las policías.

“Este tema se ha estudiado con bastante rigor científico en otros países y lo que la ciencia demuestra hoy es que existe una posibilidad muy alta de error cuando se hacen estos reconocimientos, de más del 50 por ciento, lo que implica error en uno de cada dos casos. Los procedimientos estandarizados no eliminan la posibilidad de error, pero sí la reducen, y eso es lo que debiéramos buscar entre todos”, sostuvo.

LOS ALEGATOS
Renato González presentó sus alegatos el pasado 31 de diciembre, ocasión en que expuso ante los jueces de la Sala Penal los errores de investigación que condujeron a Robles a prisión, los que precisamente ocurrieron en la diligencia de reconocimiento que realizó la policía en su momento, la que “no cumplió ningún estándar de calidad”.

González explicó también que tras la condena de Robles, la propia víctima del asalto -Hugo Henríquez- reconoció al verdadero autor del robo al interior de un supermercado, tras lo cual reconoció públicamente su error e incluso visitó a Robles en la cárcel de Copiapó, para disculparse personalmente con él.

LOS HECHOS
Según la investigación y los hechos posteriormente acreditados en el juicio oral, durante la tarde del 4 de agosto de 2010 un sujeto asaltó un establecimiento comercial de la Población Juan Pablo II, en Copiapó.

En las primeras indagaciones realizadas por Carabineros -consistentes en un reconocimiento fotográfico- se habría establecido que el autor era Julio Robles, quien justo dos horas antes de los hechos había llegado a Copiapó desde el mineral de El Salvador -donde trabajaba-, tras concluir un turno de faenas nocturnas de cinco días. 

El reconocimiento hecho por las víctimas del asalto resultó fundamental para que el Tribunal Oral en Lo Penal de Copiapó condenara a Robles el 12 de junio de 2012, momento desde el cual cumple su sentencia en el penal de Copiapó, pese a que desde el inicio de la investigación alegó su inocencia.

RETRACTACIÓN DE LA VÍCTIMA
Un par de meses después, sin embargo, la víctima del asalto -Hugo Henríquez- vio al verdadero asaltante en un supermercado de Copiapó, dándose cuenta de su error, a partir de lo cual concurrió a la Fiscalía y a distintos medios de comunicación para clamar por la reparación del error que mantiene a este inocente tras las rejas.

Henríquez visitó incluso a Robles en la cárcel, donde se mostró arrepentido por el error que cometió, todo lo cual no bastó para revertir esta injusticia, motivando así la interposición de este recurso de revisión de la Defensoría Penal Pública.

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