Sala de Prensa

21/08/2014

Hechos fueron puestos en conocimiento del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)

Defensoría denunció agresión y tratos inhumanos contra internos de la cárcel de Rancagua

Tras el intento de fuga de dos reos desde el penal, en agosto del año pasado, funcionarios de Gendarmería agredieron con golpes de palo y patadas a todos los internos del módulo.

Por Andrea Contreras Márquez,
Defensoría Regional de O'Higgins.

La Defensoría Regional de O´Higgins interpuso ante el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) una denuncia por el delito de torturas, a raíz de la violencia inusitada con la que un grupo de gendarmes agredió a más de 50 internos de la cárcel 'La Gonzalina', de Rancagua.

Los hechos se remontan a agosto de 2013, cuando dos  internos habrían reducido a un gendarme para quitarle su uniforme y luego intentar fugarse. Sin embargo, los jóvenes no lograron saltar todos los muros del penal, por lo que fueron recapturados y llevados a su módulo, donde los uniformados ya habían sacado a golpes desde sus respectivas celdas al resto de los internos, tras lo cual los condujeron al patio del recinto penal, donde otro grupo de funcionarios los agredió con patadas, gases químicos y garrotazos.

REGISTRO DE CÁMARAS
Las imágenes fueron obtenidas por el Ministerio Público tras solicitar el registro de las cámaras de seguridad que daban cuenta del intento de fuga. No obstante, al revisar el video, habría sido un funcionario de Gendarmería quien denunció la agresividad inusitada de sus colegas.

Ello dio origen a una nueva causa, la que tras más de un año de investigación no ha dado paso a la formalización de ninguno de los uniformados que, como lo demuestran las imágenes, cometieron graves delitos, tipificados tanto por la legislación chilena como por los tratados internacionales suscritos por Chile.

Tras conocer las imágenes, dadas a conocer anoche por TVN en su noticiero central, el Defensor Regional de O'Higgins, Alberto Ortega, consideró incomprensible que los organismos involucrados no hayan tomado las medidas necesarias para desvincular a estar personas del trabajo con internos.

“Las personas privadas de libertad cumplen su condena con el presidio. En ningún momento pierden su dignidad o su calidad de seres humanos. Por eso no entendemos que no se atribuya a estas agresiones la gravedad que tienen”, afirmó. 

  • subir
  • imprimir
  • volver