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25/06/2015

En primer coloquio entre Fiscalía Centro Norte y Defensoría Metropolitana Norte

Defensor Regional Carlos Mora llamó a la Fiscalía a no crear falsas expectativas buscando condenas sin base probatoria

Ambas instituciones organizaron un franco diálogo sobre el estado de la reforma procesal penal a diez años de su inicio en Santiago, en el que participaron también la ministra de Justicia, Javiera Blanco; el ministro de la Corte Suprema Haroldo Brito y el académico Mauricio Duce.

Por José Ignacio Aguirre O.,
Defensoría Regional Metropolitana Norte.

El Defensor Regional Metropolitano Norte, Carlos Mora Jano, llamó a la Fiscalía a no crear falsas expectativas de condena en casos de alta connotación pública, en los que de antemano se aprecia que no existe prueba suficiente que respalde las tesis de los persecutores.

Mora advirtió que eso contribuye al descrédito de la justicia penal, ya que cuando esas expectativas difundidas por los medios no se compadecen con la sentencia del tribunal, se produce frustración en la prensa y en la opinión pública, que reactivan sus críticas al sistema de justicia.

Puso como ejemplo los casos 'Bombas' e 'Hijitus', donde -según explicó- se levantaron casos con gran sensacionalismo mediático, pese a que desde el inicio era evidente la debilidad de las pruebas del Ministerio Público.   

El Defensor Regional señaló que el problema es que la reacción ante este descontento se traduce en modificaciones legales como la llamada “agenda corta anti delincuencia”, que conlleva críticas para todo los actores del sistema penal: jueces, fiscales y defensores. 

Mora hizo estas afirmaciones durante el primer coloquio entre la Defensoría Regional Metropolitana Norte y la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, organizado en conjunto con motivo del 10° aniversario de la la entrada en vigencia de la reforma procesal penal en Santiago, que encabezó él mismo junto al Fiscal Regional Andrés Montes.

El franco diálogo contó, además, con la participación de la ministra de Justicia, Javiera Blanco; el ministro de la Corte Suprema Haroldo Brito y el académico Mauricio Duce, profesor de derecho penal de la Universidad Diego Portales (UDP).

FORTALECER A LA FISCALÍA
Al igual que todos los participantes, la ministra de Justicia consideró que durante sus diez años de vigencia en Santiago, la reforma procesal penal ha funcionado bien y que todas las cifras así lo confirman.

Agregó que existen cosas que mejorar y que por eso el Gobierno está empeñado en sacar adelante el proyecto de ley que fortalece el Ministerio Público con un aporte de 30 mil millones de pesos.

Entre las innovaciones de ese proyecto destacó la creación de Unidades de Análisis Criminal (UAC), que con personal especializado permitirán realizar un mucho mejor trabajo en las causas de alta complejidad, que es donde existe mayor deuda con las víctimas, explicó.

NECESIDAD DE FALLOS FUNDADOS
Al intervenir, el ministro de la Corte Suprema Haroldo Brito destacó que la obligación de fundar los fallos que la reforma impuso a los jueces significó un gran salto para que la gente entienda el razonamiento del tribunal, y se evite con ello la sensación de que éste resuelve arbitrariamente.

Resaltó también la rapidez de esta nueva justicia, ya que el antiguo sistema tenía entre sus principales vicios la tardanza de sus sentencias. Lo mismo hizo con la creación de la Defensoría, que entregó por fin una defensa real a los imputados que no tenían recursos para contratar a un abogado.

NECESIDAD DE MODERNIZACIÓN POLICIAL
A su turno, el académico Mauricio Duce llamó la atención en torno a que las críticas al sistema de justicia recaen normalmente sobre los jueces y los fiscales, pero no tocan a quienes probablemente tienen la mayor responsabilidad: las policías. Prueba de ello -dijo- es que mientras en los estudios de opinión jueces, fiscales y defensores aparecen mal evaluados, Carabineros y la PDI aparecen con una mucho mejor percepción pública.

Duce señaló también que cuando una investigación se cae por alguna ilegalidad, las policías desvían con mucha facilidad la responsabilidad hacia los fiscales o jueces y que, por lo mismo, las policías son las más interesadas en que se aprueben los cambios legislativos para hacer más laxo el control de identidad.

FENÓMENOS NO PROYECTADOS
Carlos Mora señaló que los cambios impulsados por la reforma y su justicia oral fueron positivos, porque significaron "una justicia más transparente, rápida y justa". Sin embargo, advirtió que ha habido una involución durante los últimos años, en gran medida porque empezaron a darse fenómenos que nunca fueron proyectados y que afectaron severamente la carga de trabajo.

“Nadie imaginó que en una mañana podrían haber 20 audiencias de preparación de juicio oral y que fiscales y defensores deberían cubrir esa demanda”, señaló.

A la crítica a la Fiscalía de crear expectativas desmedidas en la opinión pública en algunas causas mediáticas, Mora agregó un cuestionamiento a la excesiva judicialización de causas que, de acuerdo con los principios de la reforma, debieron canalizarse con salidas alternativas.

“Nadie proyectó que en un fin de semana el juez, el fiscal y el defensor iban a estar dedicados a un debate de 40 hurtos falta, aumentando la carga de trabajo de todos ellos con hechos de poca monta que podrían tener otra solución”, aseguró.

El Defensor Regional llamó también a la Fiscalía a reponer su unidad especial de adolescentes, ya que los jóvenes necesitan abogados especializados. En este sentido, destacó el trabajo de la Unidad de Defensa Penal Juvenil de la Defensoría.

Destacó también la Unidad de Defensa Penitenciaria, que vela por los derechos de los reclusos condenados, y concluyó resaltando la importancia de que se otorgue a la Defensoría la autonomía constitucional, que le permitirá no depender del gobierno de turno.

REFORMA Y DEBIDO PROCESO
En su exposición, el Fiscal Metropolitano Centro Norte señaló que la reforma no sólo ha sido exitosa, sino que permitió que por fin, después de dos siglos de vida independiente, existiera en Chile el debido proceso en materia penal. 

Agregó que ello ha permitido un cambio esencial en la población penal, pues antes de la reforma sólo el 50 por ciento  de los reclusos eran condenados, mientras que el resto eran personas imputadas sin sentencia condenatoria. Hoy, en cambio, más del 70 por ciento son internos condenados y sólo el restante 30 por ciento se trata de imputados sometidos a prisión preventiva.

Sobre los problemas de sobrecarga de trabajo y de dotación del Ministerio Público, Andrés Montes señaló que en el caso de la Fiscalía las proyecciones fallaron aún más, dado que la ley que la creó se dictó un año antes que la de la reforma procesal penal. “Nunca se consideró que habría fiscales con turnos de 24 horas ni que habría que dar cobertura a audiencias los 365 días de año”, enfatizo.

Al término del encuentro, tanto la ministra de Justicia como los demás participantes felicitaron a los organizadores de este primer coloquio, ya que se trató de una instancia que permitió reunir e interactuar a todos los actores del sistema de justicia penal. Todos instaron a que el evento se repita, noción que fue confirmada por Carlos Mora y Andrés Montes.

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