Sala de Prensa

02/10/2015

Charla en el Módulo 34 de la cárcel de Alto Hospicio fue la culminación de un ciclo

Defensores penitenciarios de Tarapacá tomaron contacto con todos los condenados de la zona

En este tipo de intervenciones explican la función de la Defensoría y el rol de la especialidad penitenciaria, además de atender preguntas sobre los principales casos.

Por Héctor Mérida C.,
Defensoría Regional de Tarapacá.

Toda la población penal que cumple condena en los establecimientos penitenciarios de la Región de Tarapacá ha tenido acceso a las charlas de difusión realizadas por los defensores penitenciarios de la Defensoría Regional de Tarapacá.

Tal meta se cumplió con la última intervención realizada en el Módulo 34 del Complejo de Alto Hospicio, donde los abogados de ese equipo explicaron la naturaleza de su función, revisaron los derechos que poseen los internos y entregaron antecedentes sobre el rol de la Defensoría Penal Pública.

En esta zona del país la población penal suma poco más de mil 200 personas, distribuidas en dos recintos: el mencionado y la antigua cárcel de Iquique, ocupada hoy por las mujeres que cumplen condena.

La última charla de este ciclo tuvo como público a poco más de 20 varones, en una de las salas de visita habilitadas en el Complejo Penitenciario de Alto Hospicio. En ese recinto, los abogados María Francisca Sepúlveda y Javier Araya atendieron también las consultas que los asistentes tenían respecto de sus casos, la principal de las cuales tenía que ver con la aplicación de la llamada pena mixta.

“Ese tema lo tomamos como lo central para las últimas actividades de difusión, puesto que la mayoría de las inquietudes que detectamos se referían a esa materia”, explicó Araya, uno de los defensores penitenciarios de Tarapacá.

Esto explica que, en la última charla, los asistentes atendieron deferentemente la exposición referida a la naturaleza de la Defensoría Penal Pública y a su especialización penitenciaria, pero rápidamente pidieron pasar a la revisión de la pena mixta.

También plantearon otras consultas relativas a sus casos particulares, por lo que los defensores debieron armar dos grupos para lograr atender mejor tales inquietudes.

Y en esa diversidad, lo unánime fue el agradecimiento de los internos condenados ante la preocupación de estos defensores por atenderlos.

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