Sala de Prensa

21/12/2015

Psicóloga de la Defensoría Regional las visitó en el Centro de Internación Provisoria de la ciudad

Antofagasta: el díficil encierro de dos jóvenes privadas de libertad

Golda Barrientos conoció la situación de ambas adolescentes, de 15 y 17 años, las únicas internas en ese recinto.

Por Julia Arriagada Márquez,
Defensoría Regional de Antofagasta.

Sólo dos mujeres adolescentes están internas en el Centro de Internación Provisoria (CIP) de Antofagasta. Una de ellas está condenada a tres años por robo con intimidación y la otra está imputada por su supuesta participación en un robo en lugar habitado.

Una tiene quince y la otra 17 años, y aunque se conocían en libertad, en el recinto en que comparten sus jornadas se han vuelto inseparables, dado que el día a día no se les hace tan fácil.

Ambas son las únicas internas del pabellón femenino del centro, contexto en que recibieron la visita de la psicóloga Golda Barrientos Bellone, de la Unidad de Defensa Penal Juvenil (UDPJ) de la Defensoría Regional, con el objetivo de conocer sus inquietudes y requerimientos.

La profesional destacó que además de la visita que regularmente les hace la defensora pública juvenil Paula Bernal, “se hace necesario también brindar un respaldo psicológico  a las adolescentes que viven la privación de libertad, ya que se trata de un proceso muy complicado y, a veces, complicado de sobrellevar “, resaltó.

En relación con ello, la adolescente condenada ya ha cumplido siete meses de su pena en este centro y se integró a un taller de mecánica, donde junto a los hombres que cumplen privación de libertad ha logrado aminorar de alguna manera los efectos del encierro.

“Lo que falta aquí son más actividades, porque mientras más tiempo libre, más añoramos la libertad y eso nos va poniendo mal desde lo psicológico. Yo estoy con tratamiento con pastillas para la ansiedad, pero aun así es complicado estar acá”, explicó la joven.

ESPERANZA
La joven que cumple internación provisoria, en tanto, lleva apenas dos semanas privada de libertad y tiene la esperanza de que esta situación cambie en el corto plazo: “Yo ya había pasado por este centro otras veces, pero por un par de días, no más. Ahora que llevo dos semanas estoy muy mal y necesito volver a la libertad ya que ahora sí sé lo que es estar encerrada y no voy a volver a hacer nada para que me encierren”, aseguró.

Junto con comprometerse con las adolescentes a derivar todas sus solicitudes y revisar sus situaciones particulares con el Sename y los respectivos programas de cumplimiento,  la psicóloga de la Defensoría les hizo saber que la defensa penal no sólo se traduce en su representación en audiencias, sino que se extiende hasta el cumplimiento total de la pena, apoyándolas en todas la etapas del proceso.

“La privación de libertad en adolescentes y, particularmente en mujeres, nos plantea una serie de desafíos como profesionales de la defensa. De allí nuestro interés por acercarnos a las usuarias, estar con ellas y canalizar sus inquietudes. Estamos desarrollando un intenso trabajo de conocimiento y atención, que nos permite resolver sus inquietudes y bajar de alguna manera la tensión del encierro”, aclaró Golda Barrientos.

Ambas adolescentes agradecieron la visita y destacaron la disposición de la profesional por conocer su situación, al igual que lo hace su defensora pública en los aspectos jurídicos. “Nosotras tratamos de sobrellevar nuestra situación sin generar mayores problemas, pero la verdad es que requerimos de más atención, por lo que agradecemos la preocupación de la defensora y de la psicóloga. Sabemos que no estamos solas", finalizaron las internas.

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