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24/12/2015

Tiroteo fue mostrado por programa "En su Propia Trampa", de Canal 13

Corte confirmó libertad de imputado en crimen de población Parinacota por inconsistencias en pruebas de Fiscalía

Defensora penal pública Paulina Pérez acreditó que las pruebas contra su defendido Óscar Herrera están plagadas de errores e inconsistencias.

Por José Ignacio Aguirre,
Defensoría Regional Metropolitana Norte.

Un alcance de nombre sería el origen de la confusión que llevó a imputar al albañil Óscar Herrera (24) como el responsable del homicidio de Arnaldo Céspedes, ocurrido el 31 de octubre en la población Parinacota de Quilicura. Ese fue el punto de partida de la tesis que la defensora penal pública Paulina Pérez desarrolló ante el Segundo Tribunal de Garantía para solicitar la revocación de la prisión preventiva en contra de su defendido, a lo que sumó la escasa credibilidad de una testigo, la existencia de otros posibles autores y la irreprochable conducta anterior del imputado.

Fue en medio de una grabación nocturna del programa "En Su Propia Trampa", de Canal 13, en que se desató una balacera en que desconocidos comenzaron a disparar contra una casa en una cuadra dominada por la banda de “Los Barzas”. La defensora planteó que en medio de la confusión en la que terminaron cuatro casas incendiadas y una persona muerta a balazos, se escucharon gritos diciendo que el autor del homicidio había sido Óscar Vilches, quien estaba en la casa donde el conductor del programa Emilio Sutherland estaba parapetado. La defensora mostró imágenes del programa en que el propio periodista le decía a Vilches que no se preocupara porque él daba fe que no podía ser el autor del crimen porque siempre estuvo en la vivienda durante la balacera.

Se desata la confusión
Aclarado que Óscar Vilches no pudo haber sido el autor del crimen –dijo la defensora- el rumor mutó a que el autor fue en realidad “Óscar Perro”, apodo de Óscar Herera, un obrero que vivía cerca de ahí, en un sector dominado por la banda de ”Los Chubis”, rival de los Barzas. La novia del fallecido Arnaldo Céspedes se convirtió en la testigo principal diciendo que desde la ventana de su casa había visto a Herrera llegar con una máscara blanca que se sacó cuando disparó una serie de tiros contra su pareja, gritando que Oscar Perro lo mató. Paulina Pérez cuestionó la versión de la testigo por la escasa visibilidad que por la distancia y la oscuridad tendría desde su casa.

Mostró también imágenes en que aparecían tres personas con máscaras blancas, y el hecho de que en el video de Canal 13 se veían 6 personas en la calle al momento del crimen y ni Carabineros ni la Fiscalía habían tomado los testimonios de esos testigos que estaban en una ubicación privilegiada.  

Subrayó además que su defendido es un trabajador con contrato vigente, sin antecedentes penales, que no configura el perfil de soldado de la banda de los Chubis que la Fiscalía y la prensa han sostenido. Precisó que el imputado fue detenido en su lugar de trabajo, y no en el sur donde habría huido como publicó la prensa.

Señaló además que siguiendo la tesis de la Fiscalía su tesis no tiene lógica ya que el hecho se produjo en una cuadra dominaba por Los Barzas, en que todos los que estaban en la calle donde ocurrió el crimen eran de ese grupo, y resulta inverosímil que alguien de la banda rival fuera solo, disparando y gritando su nombre, y sin que nadie reaccionara.

El magistrado Rodrigo García león acogió los argumentos de la defensa, agregando que si el imputado fuera un sicario como imputa la Fiscalía, resulta absurdo que el autor cometiera su crimen gritando su nombre, como sostiene la testigo principal del Ministerio Público. Así revocó la prisión preventiva y en su lugar decretó la medida cautelar de arraigo nacional y arresto domiciliario nocturno como solicitó la defensa para que el imputado puede volver a la obra donde está trabajando.

El fiscal Sergio Ortiz apeló, pero la Segunda sala de la Corte de Apelaciones confirmó el fallo del Tribunal de Garantía.

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