Sala de Prensa

14/06/2016

Más de 150 alumnos del Colegio “Diego Portales” de esa ciudad asistieron a la actividad

Defensoría Regional de Tarapacá organizó charla sobre derechos a jóvenes de Alto Hospicio

Las principales preguntas de los adolescentes se refirieron a las facultades de la policía para controlar su identidad y revisarlos.

Por Héctor Mérida C.,
Defensoría Regional de Tarapacá.

“Para lograr una buena convivencia es importante respetar a los demás y saber cómo me hago valer como persona, qué derechos tengo y cómo puedo ejercerlos”. La jefa de la Unidad Técnico Pedagógica  (UTP) del Liceo “Diego Portales” de Alto Hospicio, Maritza Donoso, fundamentó así la importancia de las dos charlas dictadas por una profesional de la Defensoría Regional de Tarapacá en este plantel particular subvencionado, las que tuvieron un público total de más de 150 jóvenes.

Ante tales audiencias, que se constituyeron de manera sucesiva y ordenados por cursos desde el primero al tercer año medio, la defensora penal juvenil Natalia Andrade explicó qué misión cumple la defensa pública y cuáles son los derechos de los adolescentes ante investigaciones de delitos o faltas penales.

“¿Quién sabe lo que es un control de identidad?”, fue una de las preguntas utilizadas por la profesional para motivar el interés de los muchachos –hombres y mujeres– presentes en el salón de actos de ese plantel de enseñanza secundaria, gracias a lo cual logró mantener un alto nivel de atención de parte de los colegiales.

Precisamente, la mayor parte de las consultas y observaciones de los jóvenes en ambos encuentros se refirieron a las facultades que tienen las policías para interpelarlos y exigirles la presentación de su cédula de identidad. “¿Pueden detenernos por no llevar carné y revisarnos?”, interrogaron repetidamente.

La respuesta a esa y otras consultas llevó a la defensora juvenil a examinar experiencias típicas de la convivencia en las calles de las ciudades chilenas, al interior del colegio y en la intimidad. Este último ámbito fue mencionado al examinar los eventuales delitos sexuales en que pueden involucrarse los jóvenes, como víctimas o como inadvertidos participantes, especialmente por las relaciones sexuales entre pololos con edades muy divergentes, como se ejemplificó.

El Colegio “Diego Portales” de Alto Hospicio funciona en la avenida Los Cóndores de esa localidad, con poco más de mil cien alumnos desde prebásica a cuarto medio. Su proyecto educativo considera un programa de integración escolar y la tasa de vulnerabilidad de sus alumnos llega a cerca de un 80 por ciento en promedio, tanto en enseñanza básica como media.

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