Sala de Prensa

30/09/2016

Equipo institucional instaló su propio módulo ferial en ese pueblo fronterizo, para atender consultas y distribuir folletería

Defensoría Regional de Tarapacá difundió derechos en feria internacional de Pisiga Carpa

Centenares de comerciantes y compradores se dan cita quincenalmente en ese punto cercano a Bolivia, en pleno altiplano.

Por Héctor Mérida C.,
Defensoría Regional de Tarapacá.

La 'Feria bipartita internacional' es toda una institución de la zona fronteriza cercana al pueblo de Colchane, pues atrae a centenares de habitantes del altiplano chileno y boliviano. Un viernes se instala en la localidad boliviana de Pisiga Bolívar y al día siguiente en el inmediatamente vecino pueblo chileno llamado Pisiga Carpa, a sólo unos centenares de metros de distancia, con el límite internacional a la vista.

Hasta este último punto llegó un equipo de la Defensoría Regional de Tarapacá el pasado sábado, instaló su propio puesto ferial en una de las esquinas y durante más de tres horas distribuyó decenas de folletos y recibió consultas de ciudadanos de ambas partes de la frontera, además de uno que otro turista. Con esto se repitió, con mejor logística, una actividad de difusión similar realizada en 2015 en este mismo lugar.

“Me pareció súper valioso estar allí nuevamente este año, ya que llamamos la atención y mucha gente, principalmente procedente de Bolivia, se acercó a preguntar”, planteó Abel Gutiérrez, profesional de la Defensoría, quien tuvo a su cargo la atención de este módulo, que resaltaba claramente entre los demás. “Uno se siente muy útil cuando empieza a explicarle a la gente sus derechos. Ellos lo miran a uno como alguien que ayuda a los demás”, remarcó.

La mencionada feria funciona cada 15 días y sirve para intercambiar mercaderías procedentes de la Zona Franca de Iquique o de las diversas localidades de Bolivia. En la versión del vecino país se expenden sus productos, principalmente ropa, mientras que en las instalaciones armadas en la parte chilena aparecen fundamentalmente artículos de zona franca como celulares inteligentes y pantallas digitales, que se codean con juguetes, ropa y hasta bicicletas que los compradores del vecino país se llevan en grandes cantidades. 

A la atención brindada en el módulo, los profesionales de la Defensoría Regional de Tarapacá complementaron la intervención con un recorrido de la facilitadora intercultural, Andrea Mamani, por todas las calles en que se instalan los feriantes.

Así fue que los folletos llegaron por mano, sonrisa mediante, a quienes atendían sus puestos o ‘vitrineaban’ bajo el potente sol que reina allí en las mañanas, a 4 mil metros sobre el nivel del mar y a 240 kilómetros del puerto de Iquique, en un lugar en que las temperaturas varían entre fríos 15 grados bajo cero a calurosos 30 sobre cero en las épocas más extremas.

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