Sala de Prensa

21/11/2017

En el complejo penitenciario de La Serena

Coquimbo: Defensoría Regional brindó charla a gendarmes sobre la ley de tortura

La exposición estuvo a cargo del asesor jurídico, Carlos Esperguen, quien realizará un ciclo de charlas en distintas áreas de la Dirección Regional de Gendarmería.

Por Daniel San Martín D.,
Defensoría Regional de Coquimbo.

La primera de un ciclo que contempla varias inducciones fue la charla que la Defensoría Regional de Coquimbo brindó al estamento de oficiales del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) Huachalalume, de La Serena, y que se enfocó en explicar la Ley N° 20.968, que tipifica los delitos de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes.

La exposición, efectuada en el auditorio del mismo penal, estuvo a cargo del asesor jurídico Carlos Esperguen y contó con la presencia de la Defensora Regional, Inés Rojas, y del director regional de Gendarmería, coronel Víctor Vera.

A través de su ponencia, Esperguen explicó que la nueva normativa entiende por tortura todo acto que causa intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos, sexuales o psíquicos, en el marco de la acción de funcionarios públicos.

Aclaró, en todo caso, que no se trata de cualquier acto de este tipo, sino el que se realiza con el fin de obtener de la víctima u otra persona una declaración o confesión.

Según el abogado, también es considerado tortura castigar a alguien por un hecho cometido o que se le imputa haber cometido, maltratar para intimidar o coaccionar a la persona y maltratar por discriminación fundada en motivos como ideología, opinión política, religión o creencias, raza, etnia, sexo, orientación sexual, identidad de género, edad, apariencia personal, estado de salud o situación de discapacidad.

APEGO A PROTOCOLOS
“El concepto de tortura es bastante amplio, es necesario que conozcan y entiendan esta nueva ley, porque conductas que cotidianamente desarrollan dentro del penal pudiesen ser configurativos de delito”, prosiguió Esperguen.

Los funcionarios del principal recinto penitenciario de la región mostraron gran interés por la temática y plantearon diversas situaciones laborales que se dan en el trato e interacción con los internos, que reconocieron como conductas inadecuadas que pueden desencadenar la imputación de un delito.

Plantearon que las circunstancias más complejas son los motines, los allanamientos y las riñas entre internos, donde en ocasiones deben actuar con vehemencia para sofocarlas. “Me desempeño en la recepción de visitas a los internos, donde familiares o cercanos pueden denunciar sentirse vulnerados o tratados indignamente por labores de registro que realizamos”, explicó una oficial.

En este contexto, el asesor jurídico aclaró que de excederse en sus conductas, los gendarmes pueden enfrentar algún problema. “Es indispensable ceñirse estrictamente al cumplimiento de los protocolos establecidos y actualizarlos acorde a esta ley para evitar cualquier abuso que los sitúe en alguna de estas conductas ilícitas”, concluyó.

  • subir
  • imprimir
  • volver