Sala de Prensa

24/09/2018

En diálogo participativo realizado en la cárcel de Coyhaique

Condenadas se reunieron con equipo de la Defensoría Regional de Aysén

Entre los temas más sentidos para las mujeres destaca la necesidad de contar con espacios más amplios y la oportunidad de realizar un número mayor de actividades.

Por Valeska Olavarria G.,
periodista Defensoría Regional de Aysén.

Darles a conocer sus derechos y garantías como condenadas, así como atender sus requerimientos y opiniones fueron los objetivos de un fructífero diálogo entre las mujeres recluidas en la cárcel de Coyhaique y profesionales de la Defensoría Regional de Aysén.

La defensora pública Pamela Morales y la trabajadora social Pamela Mansilla, ambas del programa de defensa penitenciaria; acompañadas por la trabajadora social Orietta Rodríguez, de la Defensoría Regional, concurrieron hasta esaunidad penal para reunirse con las internas que se encuentran privadas de libertad, cumpliendo sus respectivas condenas, y establecer una instancia de confianza y diálogo que permitiera entregar información relevante para las condenadas y dar a conocer el trabajo de la Defensoría, pero también establecer un proceso de retroalimentación que permita optimizar el servicio de defensa penitenciaria.

Cabe destacar que la de Coyhaique es la única cárcel de la región que cuenta con Sección Femenina, por lo que a ella llegan, como condenadas o imputadas, mujeres de toda la región.

Aunque el Centro de Estudio y Trabajo (CET) Valle Verde, cercano a Puerto Aysén, cuenta con plazas para mujeres condenadas, en la práctica sólo dos de ellas han hecho uso de este beneficio desde que comenzó a operar, a fines de 2016.

Según explicó la defensora pública, la realidad de las mujeres que habitan la Sección Femenina en Coyhaique es compleja, ya que enfrentan un fuerte distanciamiento de sus familias, desarraigo que aumenta en el caso de quienes no son de Coyhaique.

Por otra parte, el espacio físico en el que conviven es pequeño para el número de internas. De hecho, en el último tiempo su capacidad se ha visto a prueba con el ingreso de más mujeres y de algunas situaciones de aislamiento que han reducido aún más el espacio compartido.

“Las mujeres reportan esta situación como un problema el contar con un espacio más reducido influye en muchos aspectos, incluso en estados de irritabilidad que pueden llevar a discusiones e incluso agresiones entre ellas (…) Tampoco tienen un patio que les permita practicar un deporte”, dijo Pamela Morales, quien  agregó que es urgente contar con una nueva cárcel para Coyhaique, que incluya espacios adecuados para la permanencia digna de las personas, incluyendo su rehabilitación y reinserción social.

“Sabemos que un proyecto de esta envergadura requiere de un financiamiento alto, pero es urgente que como sociedad y Estado nos hagamos cargo de esta situación”, concluyó.

  • subir
  • imprimir
  • volver