Sala de Prensa

02/05/2019

En la sección femenina de la cárcel El Manzano, en Concepción

Mujeres encarceladas con hijos lactantes recibieron atención integral en el Biobío

Profesionales de la Unidad de Estudios de la Defensoría Regional del Biobío se reunieron con las internas para orientarlas sobre su situación judicial y el cuidado de sus niños en época invernal.

Por Victoria Haquin V.,
Defensoría Regional del Biobío.

Diez mujeres que cumplen reclusión en la unidad de lactantes de la cárcel El Manzano de Concepción se reunieron con abogados y trabajadores sociales de la Defensoría Regional del Biobío, para conocer detalles del rol de la institución y los distintos derechos con que cuentan al interior del sistema penitenciario hasta que sus hijos  cumplan dos años.

Durante el encuentro, el equipo encabezado por Jaime Pacheco, abogado de la unidad regional de Estudios, se analizaron además  aspectos vinculados con el cuidado de niños y niñas, especialmente en época de invierno, donde deben enfrentar una seguidilla de enfermedades debido a las condiciones de hacinamiento en que se encuentran.

DIFICULTADES SE MANTIENEN
Pese al constante diálogo que existe entre las mujeres imputadas y condenadas con sus abogados defensores, se registran factores externos que resultan adversos para las internas. Según relataron, continúan enfrentando discriminación en los recintos hospitalarios y un trato dispar y poco adecuado por el personal de Gendarmería.

A nivel interno, los mayores problemas se generan cuando sus hijos/as enferman durante la noche, pues surgen dificultades para que el personal de Gendarmería ejecute el traslado de los lactantes, debiendo esperar muchas veces hasta el amanecer para que los menores puedan recibir atención médica.

INFRAESTRUCTURA INSUFICIENTE
El creciente número de mujeres embarazadas o con bebés recién nacidos obligó a transformar la sala de estimulación de los pequeños en dormitorio, dejándolos sin este importante espacio de desarrollo y a sus madres en condición de hacinamiento. Se trata de un punto complejo de enfrentar, ya que la nueva cárcel que entrará en uso el próximo año no incluyó una sección femenina.    

A los problemas de espacio se suma la falta de ventilación y de equipo de limpieza, ya que el lavamanos se usa para lavar loza y los utensilios de los lactantes. Además, según constataron los profesionales de la institución, las paredes de los dormitorios están llenas de hongos debido a la humedad presente.

Para abordar estos problemas, la Defensoría realizará un encuentro con el personal de salud de Gendarmería para agilizar los traslados de los lactantes enfermos y mejorar también los canales de comunicación cuando las internas requieran contactarse con los profesionales de la institución.

El equipo de la Defensoría estuvo compuesto, además, por Felipe Norambuena Conejeros, trabajador social de la Unidad de Apoyo a la Gestión de Defensa (UAGD); Ricardo Ávila Pardo, estudiante en práctica de trabajo social; Javier Bustos Díaz, postulante de derecho, y Bernardita Garcés, trabajadora social de la defensa penitenciaria.

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