Sala de Prensa

27/06/2019

Celebración del año nuevo indígena en el centro de detención preventiva de la ciudad

Internos indígenas de Calama agradecieron a la tierra con rogativas

La Defensoría Regional y Gendarmería de Chile agasajaron a los descendientes de los distintos pueblos originarios privados de libertad en ese recinto penal.

Por Equipo Defensoría Regional de Antofagasta.

Muy agradecidos por permitirles conectarse con sus culturas y conmemorar con ellos el año nuevo indígena se mostraron los 50 internos -hombres y mujeres- descendientes de pueblos originarios que el pasado viernes 21 de junio participaron en las actividades organizadas para la ocasión por la Defensoría Regional de Antofagasta y Gendarmería de Chile.

El primero en tomar la palabra fue el anfitrión y jefe de unidad del CDP de Calama, coronel Elson Barria, quien aseguró que para Gendarmería es importante generar estas instancias de integración y reconocimiento de todo credo y toda etnia. “Respetar los derechos de nuestros internos es relevante en el proceso de reinserción por el cual trabajamos diariamente, otorgando las instancias y espacios para poder desarrollar este tipo de festividades", explicó.

El Defensor Regional (S), José Mario Fuentealba, destacó la relevancia que la condición indígena reviste para la Defensoría, que ha desarrollado un modelo de defensa especializada para este tipo de usuarios, de culturas y costumbres distintas.

“Las particularidades de las personas y comunidades indígenas implica mirar algunas conductas como propias de una cosmovisión indígena y no como un delito descrito en códigos. Por eso nosotros nos encargamos de conocerlos a ustedes, aprender de sus respectivas identidades y desarrollar vínculos a través de actividades como éstas”, dijo el abogado.

PAGO A LA TIERRA
La ceremonia se inició con la tradicional ofrenda “Pago a la tierra”, a cargo de Flavio Alcázar, quien en una rogativa atacameña, consistente en una ceremonia de ofrenda con rituales ancestrales, pidió por la “reciprocidad entre el mundo material y el mundo espiritual, con el fin de devolver a la madre tierra lo que ha entregado y lo que se puede aspirar en nuestras vidas”. Posteriormente, dio lectura del año nuevo indígena en la lengua originaria quechua.

Finalizada la plegaria, se dio paso a un show, en que un grupo musical integrado por internos del penal -denominado “Sol andino” interpretó ritmos andinos como sayas y caporales, acompañados de bailarines.

Los festejos del año nuevo indígena terminaron con un cóctel, en el que participaron internos aymaras, atacameños, quechuas y mapuches.

Así, con baile, alegría y muchos buenos deseos para un año cargado de abundancia y parabienes, los internos indígenas del penal de Calama conmemoraron el inicio de un nuevo ciclo, que coincide con el solsticio de invierno y la nueva época para la cosecha.

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