Sala de Prensa

12/08/2019

Cada uno acumula seis absoluciones consecutivas

Sobresaliente labor de defensores que lograron sucesivas absoluciones en la Defensoría Metropolitana Norte

Milencka Altamirano, Jorge Palacios y Santiago Correa desarrollaron notables estrategias de defensa que permitieron que personas inocentes recuperaran su libertad.

Por José Ignacio Aguirre O.,
Defensoría Regional Metropolitana Norte.

A propósito de lo complejo que suele ser para la defensa llegar a un juicio oral, resulta especialmente destacado que los defensores penales públicos Milencka Altamirano, Jorge Palacios y Santiago Correa hayan logrado varias absoluciones sucesivas.

Milencka Altamirano (27), defensora licitada por Ñuñoa ha intervenido recientemente en seis causas consecutivas en que logró liberar de todo cargo a sus representados. Entre ellos destaca el caso de Elías G. V., quien fue imputado por la Fiscalía como autor de microtráfico. Según la estrategia definida por la abogada, su defendido renunció a su derecho a guardar silencio y contó ante el tribunal su historia de adicción a las drogas y el esfuerzo que estaba realizando para superar el vicio.

Con ello, la defensora pública logró acreditar que el joven era efectivamente un consumidor problemático de drogas, probando así que estaba en proceso de rehabilitación en la casa de ayuda El Altísimo. Finalmente, y a pesar de los cargos por microtráfico de la Fiscalía, el tribunal oral acogió la tesis de la defensa pública y absolvió por la unanimidad al imputado.

EL ASALTO QUE NO FUE
Otra absolución destacada conseguida por Milencka Altamirano ocurrió en el caso de un falso asalto contra un minimarket de Las Condes. Gracias a su persistencia, la defensora pública logró que el fiscal solicitara y obtuviera la prueba clave de un video de seguridad.

Previamente, los tres imputados -uno de los cuales es menor de edad- aseguraron a la abogada que la denuncia de la cajera, según la cual la habían asaltado con un cuchillo cocinero, era absolutamente falsa. Por lo mismo, la defensora solicitó a la Fiscalía la entrega del video de seguridad del local comercial, para confirmar la versión de sus defendidos. La demora excesiva del persecutor motivó la presentación de una cautela de garantía, en cuya audiencia el tribunal ordenó la entrega del video.

Como el fiscal seguía sin entregar el material audiovisual al cumplirse el plazo del tribunal, la defensora presentó una segunda cautela de garantía, que el tribunal también acogió. Ya en el límite del plazo el Ministerio Público entregó finalmente el video y éste cambió todo el escenario.

Las imágenes confirmaron que la denuncia de la cajera era falsa, ya que a ella sólo se le ve conversando amenamente con uno de los jóvenes y jamás se observa un cuchillo o alguna actitud amenazante, como señaló la Fiscalía al formalizar a los jóvenes por robo con intimidación.

Con ese nuevo antecedente Milencka Altamirano solicitó una audiencia de revisión de cautelares, y al ver el video, la jueza Andrea Osorio decretó la revocación inmediata de la prisión preventiva que afectaba a los dos imputados adultos. El joven, en tanto, estuvo 47 días en internación provisoria.

La defensora pública rechazó toda negociación de salida alternativa con la Fiscalía, que a pesar de la evidencia exculpante presentó igualmente acusación para llegar a juicio oral. En definitiva, la cajera, que era la víctima y testigo esencial del persecutor ni siquiera llegó al juicio, por lo que el tribunal absolvió a los imputados por unanimidad.

SITUACIÓN DE CALLE
Jorge Palacios (31), defensor penal público licitado por Santiago, logró también seis absoluciones consecutivas. Una de ellas fue por el delito de receptación de automóvil robado, por el cual se imputó a José Chávez. Ante el Segundo Tribunal Oral de Santiago, la defensa alegó que si bien el imputado reconocía el hecho de que estaba ocupando el vehículo, lo hacía para dormir, pues se trata de una persona en situación de calle.

En este caso, el acusado también renunció a su derecho a guardar silencio y relató sus difíciles condiciones de vida, hecho que constituyó una prueba relevante sobre la ausencia de dolo del ilícito imputado.

El defensor resaltó que la detención se produjo durante un patrullaje policial en que Carabineros vio un auto muy deteriorado, que parecía abandonado, dentro del cual estaba el imputado con sus pertenencias personales. Cuando chequearon la patente del auto confirmaron que tenía denuncia por robo, por lo que detuvieron al su ocupante. Sin embargo, el tribunal acogió por unanimidad la tesis de ausencia de dolo y absolvió al imputado.

POR HACER SU PEGA
Otra causa destacada de Palacios fue la de Lily Parraquez (67), egresada de derecho sin antecedentes penales, quien desde hace años se dedica a realizar trámites legales en servicios públicos y notarías para abogados y clientes. La mujer fue imputada por estafa y uso malicioso de instrumento público.

La tesis del defensor público fue que su representada fue contratada para un coimputado en la causa para tramitarle una escritura pública, la que posteriormente fue copiada y adulterada por su contratante sin su conocimiento. La defensa alegó ausencia de dolo por la imputada, ya que ella sólo se limitó a realizar su trabajo de siempre. El Cuarto Tribunal Oral  de Santiago acogió los argumentos de la defensa y absolvió a la imputada por unanimidad.

IDENTIFICADO EN LA MUCHEDUMBRE
Entre otras seis absoluciones logradas por el defensor púbico Santiago Correa (31) destaca una en que logró la absolución unánime de  José Galdames, quien había sido imputado por robo en lugar habitado, en propósito de un hecho ocurrido en Renca. El hombre fue detenido y golpeado por una turba a la salida de un supermercado cuando la víctima del robo, en persecución de los autores, llegó al local en cuya entrada había gran cantidad de gente.

El defensor público argumentó que en ese lugar, lleno de personas y con baja luminosidad -ya que eran las 21 horas-, la víctima identificó equivocadamente a su defendido, ya que en realidad él había concurrido al negocio para comprar algunos abarrotes, dado que el local queda cerca de su trabajo.

Agregó que a pesar de que la víctima dijo no haber perdido de vista al imputado durante la persecución, la especie robada -un reloj marca Armani-no le fue encontrado al detenido, a partir de lo cual la defensa alegó que la identificación en medio de la muchedumbre y en penumbra había provocado una confusión. El Segundo Tribunal Oral de Santiago acogió los argumentos de la defensa pública y absolvió a Galdames por unanimidad.

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