Sala de Prensa

04/03/2013

Columna de opinión:

Perfiles criminales

El siguiente artículo, escrito por la sicóloga Golda Barrientos, de la Defensoría Regional de Antofagasta, se publicó recientemente en el diario El Mercurio de esa ciudad.

La psicóloga Golda Barrientos trabaja en la Unidad de Apoyo a la Defensa Penal Juvenil de Antofagasta.

La psicóloga Golda Barrientos trabaja en la Unidad de Apoyo a la Defensa Penal Juvenil de Antofagasta.

La elaboración de perfiles criminales es un método aún incipiente en Chile, pero tiende a ser un recurso bastante común y eficiente en la investigación de diversos delitos y que ha sido incorporado como apoyo  para el desarrollo del proceso judicial.

Como técnica, estos perfiles han evolucionado para alcanzar, en nuestros días, su ejecución por las policías de casi todo el mundo, aunque mayormente desarrollados en países anglosajones y europeos, logrando con ello el esclarecimiento de diversos delitos.

Ahora bien, los medios de comunicación -especialmente la televisión- han creado un cierto misticismo entorno a este tema y concretamente sobre la figura del perfilador, porque lo presentan como alguien con un sexto sentido y un instinto especial para poner en claro casos que están a cargo de investigadores policiales y/o peritos calificados.

Lo real es que es indispensable que profesionales que deseen ser peritos se especialicen y estén contantemente capacitándose y actualizándose en materias de criminalística, criminología y victimología.

Se debe destacar que el trabajo del perito responsable de la elaboración de un perfil criminal ha adquirido un carácter eminentemente científico. Se nutre de los aportes de la medicina legal, la criminalística, criminología, psiquiatría forense y psicología forense. Así, el éxito del perfilador depende fundamentalmente de su competencia profesional como experto, de su práctica en este terreno y del escenario que se presente para su análisis.  

Seguidamente, el análisis de casos criminales contempla elementos y evidencias vinculados con el hecho investigado, a partir del cual resulta posible establecer circunstancias relativas a los actores, la motivación, las características de personalidad de la víctima, las del victimario, el vínculo entre ambos y la mecánica del hecho, entre otros elementos. De esta forma, se acredita la pluralidad de perspectivas sobre la base de la investigación.

Por consiguiente, el perfilador debe adaptarse a las realidades locales, la cultura inmersa y el momento histórico, con el objetivo de aportar al proceso de investigación, en función de los conocimientos profesionales y también de la experticia del perito.

Golda Barrientos Bellone,
Psicóloga Unidad de Apoyo Defensa Penal Juvenil
Defensoría Regional de Antofagasta

 

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