Sala de Prensa

02/04/2018

Columna de opinión:

Errores no forzados

El siguiente articulo fue escrito por el Defensor Regional del Maule, José Luis Craig, y publicado por el Diario El Centro el pasado martes 27 de marzo de 2018.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

José Luis Craig, Defensor Regional del Maule.

Por José Luis Craig M.,
Defensor Regional del Maule.

Muchos critican -las más de las veces injustamente- a los jueces a la hora de resolver sobre un conflicto penal. Tal vez lo anterior se debe al desconocimiento de cómo opera el sistema, pese a que ya ha cumplido 17 años de funcionamiento.

En relación con ello diremos que el sistema penal descansa, como gran parte de la vida jurídica también lo hace, en la buena fe, que en este tema adopta un apellido: “procesal”

Lo anterior implica que los jueces con competencia penal en Chile, esto es los jueces de garantía y los del tribunal de juicio oral, al tomar sus decisiones deben hacer fe de que lo que se les presenta como evidencia o prueba es confiable, verídico y obtenido de conformidad con la Constitución y la ley.

Esto significa que, en gran medida, los jueces dependen para la corrección de sus decisiones de lo que los terceros le aporten y estos son, por lo general, los abogados defensores, los fiscales o querellantes, los testigos, los policías y los peritos.

Si éstos fallan, muy probablemente, dado el rol pasivo que en un sistema acusatorio tiene los jueces, éstos equivocarán su fallo y no se acercarán a hacer justicia de manera alguna.

Los tristes episodios que hemos vivido últimamente a nivel nacional y regional nos ejemplifican de manera dolorosa que si esos terceros actúan dolosamente o tan solo negligentemente, difícil será recuperar la confianza de la gente en el sistema de justicia en su conjunto.

El episodio ocurrido en Carabineros de Chile en la denominada “Operación Huracán”, de comprobarse definitivamente, es una vergüenza, ya que en palabras coloquiales implica que los policías, ayudados aparentemente por civiles expertos de dudosa competencia, inventaron y plantaron prueba inculpatoria en contra de imputados en diversas partes del territorio nacional.

Por otra parte, a nivel local -por ello menos delicado- está el hecho de que hasta la fecha se hayan detectado varios errores en la entrega de los resultados de las alcoholemias en nuestra región, debido presumiblemente a negligencias en el manejo de la evidencia y de las muestras en el interior del Servicio Médico Legal local.

Ello ha generado que sea necesario revisar meses de procesos y que, eventualmente, cambien en algunos casos los resultados de los procesos penales ya conocidos por la justicia maulina.

Naturalmente, estos errores no pueden ser “achacados” a los jueces, pero afectan la credibilidad del sistema en su conjunto, en circunstancias que la importancia y trascendencia para la vida de las personas exige a los terceros colaboradores la mayor dosis de ética y diligencia en su trabajo, tal como a cualquier profesional se le exige en su rol.

Por esta razón, de comprobarse culpa o dolo en cualquiera de estos casos o en otros, debieran ser sancionados proporcionalmente por las vías pertinentes.

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