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05/02/2020

Todos ellos están a la espera de que se materialice su expulsión del país

Defensoría de Tarapacá organizó diálogo participativo con personas que cumplen condena en la cárcel de Pozo Almonte

Los internos agradecieron el apoyo de la institución y pidieron más antecedentes respecto de algunos temas prácticos de su situación.

Por Héctor Mérida C.,
Defensoría Regional de Tarapacá.

La impaciencia por el proceso de espera que están viviendo tras ser condenados a la expulsión desde Chile hacia su país se notó en cada uno de los internos que participaron en un diálogo participativo organizado para personas que cumplen condena en el penal de Pozo Almonte.

La actividad fue organizada para aprovechar la disponibilidad de los internos de ese recinto y la permanencia allí de un amplio equipo de la Defensoría Regional de Tarapacá, debido a la realización de una jornada de atención intensiva que abarcó a la totalidad de los reclusos allí confinados.

Este diálogo reunió a 26 personas que aguardan su traslado hasta la frontera con Bolivia, luego de ser condenados a la pena de expulsión. Entre el momento en que el tribunal dicta el veredicto y la materialización de la medida, deben realizarse diversos trámites administrativos y coordinaciones, por lo que estos grupos se mantienen atentos a que todo se sincronice. Mientras, sólo les queda cumplir con su encierro en un establecimiento de Gendarmería.

La conversación con estos internos comenzó con una caracterización de los pasos que deben seguirse para concretar su expulsión, la exposición de los derechos que tienen en esta situación y el apoyo que todavía puede otorgarles la Defensoría. Con ese preámbulo, los participantes sólo consultaron por detalles prácticos, entendiendo que su situación jurídica ya está completamente definida.

De todas maneras, pidieron aclaraciones sobre algunos puntos de las garantías y agradecieron el apoyo brindado por los abogados de la defensa pública. Un punto para ellos sustancial fue consultar sobre las restricciones que les impone el proceso de expulsión, tema sobre el cual pidieron más antecedentes.

Este diálogo participativo fue conducido por las facilitadoras interculturales Andrea Mamani y Aideé López, cuya presencia fue considerada en el equipo de atención, pues los internos del penal de Pozo Almonte pertenecen, casi en su totalidad, a los pueblos Aymara y Quechua.

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