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30/04/2020

Los jóvenes llegaron desde Puente Alto y Copiapó

Profesionales de la Defensoría de Antofagasta visitaron a nuevos internos de la sección juvenil del penal Nudo Uribe

El jefe de Estudios y la psicóloga de la Unidad de Defensa Penal Juvenil se reunieron con los jóvenes que cumplen condena en el principal centro penitenciario de la región.

Por Julia Arriagada Márquez,
Defensoría Regional de Antofagasta.

Uno de los efectos de la pandemia que se hizo sentir en la región de Antofagasta fue la llegada de nuevos internos a la sección juvenil del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Nudo Uribe ya que, para descongestionar los centros penales más sobrepoblados en el resto del país, se agregó población a centros penitenciarios como este, que en su sección juvenil tiene baja población.

Informado sobre esta decisión, el jefe de Estudios de la Defensoría Regional de Antofagasta, Mario Fuentealba Riquelme, y la psicóloga de la Unidad de Defensa Penal Juvenil, Golda Barrientos Bellone, concurrieron hasta el recinto penal para conocer a los nuevos internos, de los cuales dos provienen de la cárcel de Puente Alto y cuatro desde Copiapó.

Según constataron los profesionales de la Defensoría, los jóvenes recién llegados cumplieron una cuarentena preventiva y recién en los próximos días se podrán juntar con el resto de los internos, que son sólo tres hombres de Antofagasta.

“Visitamos a los nueve jóvenes que hoy habitan en la sección juvenil del complejo penitenciario más grande de la región, cuya población penal que supera las mil 400 personas, por lo que podemos decir que este grupo es muy reducido y, más aún, porque con las las acciones emprendidas por la defensa pública para enfrentar la pandemia se redujo aún más la población. Sólo quedaban tres jóvenes de Antofagasta. Frente a ello, Gendarmería dispuso que se trajera a población de las mismas características provenientes de otras regiones, para así disminuir los riesgos sanitarios”, comentó Fuentealba.

EN BUENAS CONDICIONES
La psicóloga destacó que al entrevistarlos, todos los jóvenes manifestaron estar en buena condición física y psicológica, a pesar de estar recién adaptándose. “Están conscientes de los niveles de sobrepoblación en los penales de donde provienen y, por tanto, de los riesgos sanitarios a los que estaban expuestos. Comprenden que por su salud deben permanecer acá y después que pase la pandemia se verá cuál será su destino”, explicó Golda Barrientos.

Respecto de la situación procesal de los jóvenes, el jefe de Estudios destacó que por tratarse de personas condenadas, sus requerimientos y solicitudes se canalizan a través de la unidad de defensa penitenciaria, la que en conjunto con los profesionales de defensa juvenil coordinará la conexión que estos jóvenes mantendrán con sus familias y las demás necesidades que se les presenten.

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