Sala de Prensa

10/09/2020

La historia de la facilitadora intercultural de Tarapacá que logró mención honrosa en concurso interno de relatos breves

Un cuento feliz: la interculturalidad como vida propia y al servicio de la Defensa y la Justicia

Aydeé Lopez Cruz, de 40 años, es chilena-boliviana, profesora bilingüe, madre de tres hijos y cuentista inédita.

Por Héctor Mérida C.,
Defensoría Regional de Tarapacá.

El drama de un pastor, reo injustamente durante 19 meses. Ésa historia, escuchada cuando era adolescente, motivó a Aydeé López Cruz para llegar a su labor actual de facilitadora intercultural de la Oficina de Defensa Penal Indígena de la Defensoría Regional de Tarapacá. Y esa también fue la base del cuento “En hora buena”, premiado con una “Mención Honrosa” en la última versión del concurso de relatos breves "La DPP tiene cuento”, cuyos resultados fueron dados a conocer esta semana.

La desventura de Rumi (roca, en idioma quechua), un pastor que pasó 19 meses en prisión preventiva en Iquique, porque el sistema de justicia de la época pre-reforma no contemplaba mecanismos interculturales, es el episodio que la también profesora de matemáticas en educación intercultural bilingüe, mención idioma quechua, resumió en 19 líneas.

Ese relato concluye con un buen término, cuando el juez entiende -por fin– que su acusado no comprende el idioma castellano y soluciona la confusión cuando se le explica que, para un pastor indígena, ser burrero es nada más que conducir ese tipo de animales de carga y no traficar droga.

“Pero no siempre estas historias han tenido un final feliz”, puntualiza Aydeé López, fijando con fuerza sus ojos negros enmarcados en las trenzas del mismo definitivo color.

FACILITADORA INTERCULTURAL
Y empieza a contar tantas experiencias, que es fácil entender por qué pone tanta entrega en su trabajo en la Oficina de Defensa Penal Indígena, en los tribunales o en las cárceles cuando oficia como facilitadora intercultural, una función creada para la Defensoría Penal Pública en Tarapacá en 2004 y que actualmente dispone de dos profesionales en la zona.

La también profesora intercultural explica que habla el quechua porque fue su lengua materna, ya que nació en Villavinto, en el altiplano boliviano, desde donde migró a la localidad chilena de Pica, en la Pampa del Tamarugal. Después volvió a Bolivia y logró el título de profesora de matemática de tercer ciclo del nivel primario, en educación intercultural bilingüe, con mención en lengua originaria quechua de la Escuela Normal Superior de Maestros "Franz Tamayo", de Llica.

“Cuando escuché la historia de Rumi yo era muy joven, pero pensé que debería dedicarme a enseñar español a las personas que, como él, no comprendían este idioma, especialmente la forma chilena de hablarlo”, expone Aydeé.

Después agrega: “pero, luego, al estudiar mi profesión, y sobre todo al intervenir por primera vez como intérprete de la Defensoría, me convencí que ése era mi desafío: facilitar que el sistema judicial y toda la sociedad comprendiera que existen personas con otra cultura y traducir los conceptos entre ambas partes para que hubiera entendimiento y justicia”, añade.

La facilitadora de la Oficina Indígena, creada el año pasado en Tarapacá, tuvo su primer trabajo con la Defensoría Penal Pública en el Tribunal de La Serena, interpretando en un juicio oral de 2010, época en que una mujer quechua obtuvo la absolución en un caso de tráfico de drogas luego de que se explicara en audiencia que no comprendía bien el idioma español.

CUENTOS INÉDITOS
“Tengo muchas historias y he escrito algunos cuentos, pero no están publicados. Están traducidos al castellano y, alguna vez, quizá, podrán ser conocidos”, explica quien fue una de las autoras de relatos breves premiadas en el concurso, organizado por la Asociación Nacional Democrática de Funcionarias y Funcionarios de la Defensorìa (Andfud).

Aydeé Lopez Cruz, madre de 3 hijos, tiene también la nacionalidad chilena y su título de la escuela normal reconocido por el Ministerio de Educación de Chile. Labora en la Defensorìa Regional de Tarapacá desde el año pasado y, por su calidad bilingüe, no pasa inadvertida en ninguna de las cárceles del norte. y ahora, tampoco por su escritura...

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