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10/08/2021

Se sobrepuso a las peores tragedias vividas en su lejano país para finalmente sobrevivir a un drama en esta región

La odisea de un haitiano en Tarapacá: podría haber seguido preso injustamente pero ahora es un hospiciano más

El trabajo del equipo de la defensa penal pública especializada en migrantes de la zona logró que, tras nueve meses, recuperara su libertad y se cerrara definitivamente su caso.

Por Héctor Mérida C.,
Defensoría Regional de Tarapacá.

El héroe de esta odisea tiene nombre de película y acaba de zafar de otra durísima prueba que le puso el destino, en una vida que nada tiene que envidiarle a las aventuras que cuentan las leyendas. Pero sus peripecias no fueron mitos ni ocurrieron lejos, más bien son de verdad y al final tuvieron un final feliz en Alto Hospicio, gracias a una intervención esencial de la Defensoría Penal Pública.

El protagonista de esta historia se libró de la cárcel, sobrevivió a un viaje de 7 mil kilómetros por mares, selvas, montañas y desiertos tras emigrar de su patria, el lugar más pobre de América Latina.

En 2010 vivió las mayores tragedias que afectaron a Haití, su patria: un terremoto mató a unos 200 mil de sus compatriotas y meses después otras diez mil personas murieron a causa de una epidemia de cólera en un país con un territorio más pequeño que la región de Tarapacá. Ese mismo año murió su padre, por lo que debió dejar los estudios para ayudar a su familia.

SUPUESTO DELITO
Lo llamaremos Ronald, pues su nombre verdadero quedará en reserva. Se libró de una posible condena de más de cinco años de privación de libertad en la cárcel de Alto Hospicio, por un delito –ahora desechado– de tráfico de migrantes. El hombre pudo salvarse de eso gracias a las gestiones de la defensora penal pública Marcela Tapia Leiva, la objetividad del Ministerio Público y la disposición del Tribunal de Garantía de Alto Hospicio.

Esto pudo ocurrur así porque la fiscala a cargo, Camila Albarracín, escuchó otra vez los argumentos de la defensa pública, revisó los antecedentes que habían llegado a la causa y, luego de estudiarlos a fondo, decidió no perseverar, es decir, detener la investigación y definitivamente no presentar cargos contra el imputado, pues no estaba claro que hubiera participado en los hecho que se le atribuían.

LA INVESTIGACIÓN
La última de las pruebas que la vida presentó a Ronald comenzó una soleada tarde de septiembre de 2020, en una de las tomas de Alto Hospicio, cuando se encontraba visitando a un grupo de compatriotas. Él no sabía que otro haitiano era rastreado allí por una pareja de policías, los que al verlo concluyeron que se parecía bastante al sujeto buscado.

Como no portaba permiso para transitar en cuarentena, pero sí aparentemente mucho dinero en billetes brasileños (unos 500 mil pesos) para alguien que transita en una toma, se transformó inmediatamente en sospechoso.

Contra él se confabularon dos hechos: primero, que en ese tiempo no manejaba bien el idioma local y segundo, que los agentes policiales no encontraron al sospechoso que buscaban inicialmente. También coincidió que a los cuarteles llegaron testimonios de otros haitianos que buscaban ayuda para sobrevivir y para denunciar irregularidades en esa difícil mezcla idiomática entre el castellano y el creole (que es mezcla, a su vez, entre el francés y lenguas africanas).

Para los investigadores había delitos y responsables que encontrar, porque algunos testimonios de migrantes indicaban que habían recibido ayuda de compatriotas avecindados en la región, a quienes les habían depositado dinero para que los ayudaran a reunificarse con sus familiares en territorio chileno.

Así las cosas, Ronald fue formalizado el 26 de septiembre de 2020, por los supuestos delitos de tráfico de migrantes y de atentar contra la salud pública, pues transitaba sin salvoconducto. Además, se decretó prisión preventiva en su contra, por ser –aparentemente– “un peligro para el éxito de la investigación” y presentar “peligro de fuga”.

NUEVE MESES DE PRISIÓN
Nueve meses estuvo en el penal de Alto Hospicio. Luego de una serie de recursos y alegaciones de la defensora penal pública Marcela Tapia, especializada en migrantes, el tribunal conoció los nuevos antecedentes reunidos, entre ellos una pericia antropológica, elemento científico importante para ponderar el tipo de delito de esta causa.

El peritaje explicaba que los hechos por los cuales se sospechaba de este individuo sólo eran conductas de supervivencia para el sacrificado grupo de personas que proviene de uno de los sitios más diferente que pueda haber al desierto chileno, porque Haití es parte de una isla situada en medio del Mar Caribe.

El estudio también establecía la existencia de una multiplicidad de otros aspectos socioculturales que validaban atenuar o eximir de responsabilidad a una persona con estas características.

Con tales antecedentes el tribunal consideró que efectivamente las migraciones son dinámicas y obedecen en su mayoría a razones humanitarias, contexto en que los grupos buscan reunificarse con sus seres queridos o mejorar sus condiciones de vida e ingresos económicos. Así, se adoptaron varias resoluciones que derivaron en el arresto domiciliario parcial de Ronald mientras avanzara la investigación.

NO PERSEVERAR
Pero todo eso terminó el 23 de julio pasado, cuando el Tribunal de Garantía de Alto Hospicio aceptó la decisión de no perseverar comunicada por la fiscala y, consecuentemente, el cierre del caso.

“Para nosotros será siempre el ejemplo de experiencias que tenemos que evitar, algo que se puede lograr aplicando la ley de una manera que reconozca estrictamente los derechos y las garantías que deben tener las personas cuando se les llegue a investigar por eventuales delitos”, plantea Marcela Tapia, quien añade que es su anhelo “que siempre la aplicación del derecho considere lo que, por ejemplo, nos puede enseñar la antropología respecto de los nuevos grupos humanos que llegan a integrarse a Chile”.

-¿Está satisfecha de la labor de defensa que realizó su equipo?
-Sí, finalmente fue una experiencia que de ingrata, por la extensa prisión que injustamente sufrió mi representado, pasó a positiva, por haber conseguido su libertad definitivamente.

También fue una justa decisión de los tribunales, gracias a una fiscala que, desde su experticia, aplicó una mirada objetiva a los antecedentes y comprendió el fenómeno migratorio con los elementos que entrega la antropología, aquellos que una perito nuestra explicó tan claramente en su informe”.

POLÍGLOTA
Ronald tiene 36 años y es padre de cuatro hijos. Es técnico en mecánica y en soldadura, además de políglota, pues domina cuatro idiomas (creole, francés, inglés y portugués), aunque ya está hablando el quinto: el castellano que se habla en Chile. Con todo, ahora vende en las calles, pese a que antes ya había logrado tener un pequeño negocio establecido, además de distribuir cosméticos, con cuyas ganancias podía enviar dinero a sus hijos que permanecen en Haití.

Nuestro protagonista puede ser cualquiera de esos nuevos habitantes afrodescendientes que vive en nuestra comunidad y usted tal vez le ha comprado en alguna feria de Alto Hospicio. Tras haber sobrevivido a tantas pruebas, tal vez en esta nueva etapa pueda cosechar los frutos de tanto esfuerzo.

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