Setecientos eventos violentos y 9 personas fallecidas es la lamentable estadística que presenta este año el complejo penitenciario de Rancagua.

Y aunque la ansiedad, la falta de contacto con sus familias y la carencia de actividades producto de los protocolos sanitarios por la pandemia tuvieron efectos colaterales en el comportamiento de la población penal, según la directora regional de Gendarmería, coronel Helen Leal, estos brotes de violencia extrema dan cuenta de la presencia de bandas de narcotraficantes que mantienen pugnas por liderazgos territoriales dentro de las unidades penales e, inlcuso, casos de muertes por encargo.

La cárcel conocida como "La Gonzalina" es una unidad penal de alta seguridad y, por ello, en el último tiempo muchos internos de alto compromiso criminógeno han sido trasladados a ese recinto desde otras regiones, especialmente desde la Metropolitana, lo que ha favorecido esta situación, que complica a las autoridades regionales.

REUNIÓN TRANSVERSAL
Por lo mismo, varias de ellas se reunieron hoy con el gobernador regional de O'Higgins, Pablo Silva, para abordar de manera transversal el problema y revisar los compromisos que cada servicio puede aportar para un mayor control de este tipo de eventos al interior del complejo penitenciario.

Además de la seremi de Justicia, Barbara Perry, en el encuentro estuvieron presentes el Defensor Regional, Claudio Aspe; el director regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), David Bahamondez, y representantes de la Fiscalía y de ambas policias. Su objetivo fue elaborar un plan de intervención que aborde este tema desde varas aristas y otorgue más seguridad a los internos y a los funcionarios de "La Gonzalina".

Entre otras cosas, se acordó elaborar un proyecto que permita elevar las mallas de seguridad del perímetro de la cárcel, de manera de evitar los 'pelotazos' que son lanzados desde el exterior portando drogas, municiones y teléfonos, entre otras cosas.