Sala de Prensa

17/03/2022

En actividad desarrollada por la Defensoría Regional de Tarapacá en la cárcel de Alto Hospicio.

Exitosa aplicación del idioma quechua en diálogo participativo con internas indígenas

La facilitadora intercultural Aydeé López, a cargo de la dinámica, explicó que estas mujeres sienten confianza y alegría al poder comunicarse en su propia lengua.

Por Héctor Mérida C.,
Defensoría Regional de Tarapacá.

El uso de la lengua materna para conversar con las internas quechuas que permanecen en los recintos penitenciarios de esta zona es una de las características de la atención que ofrece la Defensoría Regional de Tarapacá.

La iniciativa ha sido un éxito, porque “estas mujeres se sienten en confianza y realizan preguntas sin temor, contentas de ser escuchadas y recibir aclaraciones en su propia lengua”, explica la facilitadora intercultural Aydeé López, quien tuvo a cargo un nuevo diálogo participativo realizado en el penal de Alto Hospicio.

La actividad reunió exclusivamente a personas que prefirieran hablar en la lengua quechua, lo que organizó en el contexto de una jornada de atención presencial preparada por la unidad de Estudios de la Defensoría Regional.

De 80 asistentes a la jornada, poco más de 20 se agruparon rápidamente en torno a López, quien desarrolló una dinámica de poco más de media hora, que consistió en una reseña sobre los derechos de las personas ante el sistema de justicia penal y la función que cumple la Defensoría Penal Pública, para comenzar después con el intercambio de preguntas, impresiones y respuestas sobre los detalles que preocupan a las internas.

La mayoría de las participantes en este encuentro fueron mujeres imputadas de origen boliviano o peruano, provenientes de las zonas rurales de sus respectivos países, muchas de ellas madres con hijos pequeños y que tienen como única o principal lengua el quechua.

INQUIETUDES PRINCIPALES
Entre las principales inquietudes expresadas por ellas figuraron la preocupación por la familia que tenían a su cargo hasta antes de ser detenidas y el deseo de tener un canal de comunicación con sus familiares, las dificultades en materia sanitaria o de salud personal que encuentran en el penal y la necesidad de comprender el proceso judicial al que están sometidas.

“Conversando con ellas en quechua se desarrolla mejor la confianza y comprensión, lo que es un aporte muy valioso para lo que pueden realizar las defensoras y defensores especializados en personas indígenas que tienen a cargo sus causas”, subrayó la facilitadora intercultural.

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