Sala de Prensa

28/03/2012

A veces la justicia reemplaza a los padres

Hijos a la calle

La siguiente columna de opinión, publicada el martes 27 de marzo en El Mercurio de Antofagasta, fue escrita por el defensor penal juvenil Agustín Campillay.

Esta es la solución que algunos padres buscan para lidiar con los hijos rebeldes o con los cuales ya no existe una relación paterno-filial, como se esperaría normalmente en una familia. Lo grave es que dicha situación empiece a ser frecuente a nivel de solicitudes y denuncias, tanto en tribunales de familia como en tribunales de garantía.

Muchas veces se los denuncia por el delito de amenazas o lesiones en contexto de violencia intrafamiliar y -en virtud de ello- se detiene y se lleva al menor a controles de detención tan solo con la declaración del padre o la madre, que no saben cómo afrontar los problemas con sus hijos.

La Ley N° 20.066, que regula la materia, ofrece la posibilidad -ya sea como sanción accesoria, medida cautelar o condiciones de una eventual salida alternativa de suspensión condicional del procedimiento- de que se impongan el abandono del hogar común y la prohibición de acercarse a la víctima, con el fin de protegerla.

A mi modo de ver -y no en todos los casos, dicho sea de paso-, se tiende a instrumentalizar el sistema por aquellos padres que no vieron satisfechas sus pretensiones con la resolución del tribunal de familia, que por regla general les obliga a hacerse cargo de sus hijos, disponiendo medidas de protección a favor de los menores vulnerados.

Entonces llegan con las mismas solicitudes al tribunal de garantía, so pretexto de la existencia de uno de los delitos comentados, buscando la obtención rápida de una resolución judicial que disponga el abandono del hogar y la prohibición de acercamiento a su persona como “victima”, con lo cual pretenden que el menor desaparezca de su vida y dejen de ser una molestia.

Ahora bien, debemos preguntarnos quién es realmente la victima de todo ello: el progenitor -quien suele no contar con las habilidades parentales básicas para poder solucionar el conflicto con su descendencia sin necesidad de pasar por un tribunal-, o ese niño o niña que se ve obligado a salir de su hogar antes de cumplir con la mayoría de edad y, en muchos casos, sin tener siquiera un lugar a donde ir, quedando entonces completamente desamparados, convirtiéndose en hijos de la calle.

Por Agustín Campillay Robledo,
Defensor Penal juvenil Defensoría Regional de Antofagasta.

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