Sala de Prensa

04/05/2012

Se realizó en el auditorio de la UST

Universitarios de Valdivia participaron en diálogo sobre ética y calidad de la defensa

Más de 60 estudiantes de derecho, servicio social y técnica jurídica de la Universidad Santo Tomás conocieron sobre principios de ética, defensa jurídica, titularidad de defensa y estándares de calidad.

Sobre ética y estándares de calidad en el ejercicio de la defensa penal trató un diálogo con más de 60 estudiantes de derecho, servicio social y técnica jurídica, iniciativa desarrollada por la Universidad Santo Tomás de Valdivia y la Defensoría Regional de Los Ríos en el auditorio de esa cada de estudios.

El diálogo fue inaugurado por el Defensor Regional, Erwin Neumann, y por la jefa de la Escuela de Derecho, Patricia Morano, y contó con la relatoría del jefe de Estudios de la Defensoría Regional, Marco Montero.

Neumann destacó que además de los necesarios aspectos de eficacia jurídica, “resulta fundamental detenernos y reflexionar sobre “las consideraciones éticas y los estándares de calidad que le otorgan sentido y valor público a nuestras actuaciones”. 

Marco Montero, en tanto, contextualizó el tema refiriéndose a la garantía constitucional del derecho a la defensa, para continuar comentando principios de defensa jurídica tales como debido proceso, acceso a la justicia y presunción de inocencia, entre otros. Prosiguió con aspectos éticos que rigen el ejercicio de la defensa como lealtad, independencia, integridad, confianza y confidencialidad del defensor con su cliente.

En la jornada se analizaron también los estándares de calidad de la defensa y particularmente lo relativo a información y dignidad, normativa acerca de la relación personal y profesional entre el defensor y el imputado y su familia.

Un  asunto fundamental, según Montero, es el rol que deben asumir la Defensoría y el defensor penal público para cautelar el ejercicio y respeto de los derechos del imputado como titular de su defensa.

“En esta perspectiva, los estándares de defensa penal y el Código Deontológico constituyen avances significativos en el ámbito del ejercicio de la abogacía, en tanto establecen mínimos de actuación y regulan la conducta ética y profesional de quienes prestan defensa”, precisó.

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