Sala de Prensa

11/09/2012

Columna de opinión:

“Balas de plata”

El siguiente artículo, escrito por el Defensor Regional del Maule, fue publicado el pasado mates 4 de septiembre en el diario El Centro de Talca.

Lamentablemente, un 3 por ciento de las denuncias anuales de delitos son por acciones de connotación sexual. De ellas, en un importante porcentaje -se estima de más del 70 por ciento- sus víctimas son menores de edad.

No obstante, y dada la fragilidad de la prueba que generalmente acompaña estas deleznables acciones, también existen números que tal vez nos asombren, o hablen muy mal de la forma en que se investigan tales denuncias.

En efecto, la tasa de denuncias falsas de agresiones sexuales en contexto de violencia intrafamiliar es cada vez mayor. Estos casos se distinguen porque, generalmente, la madre es quien acusa al padre de ser el supuesto agresor de su hijo.

A este tipo de denuncias en el mundo anglosajón se les denomina “Balas de plata”, dado que fruto de ellas el denunciado (generalmente el padre) se convierte en un cadáver judicial, ya que casi inmediatamente después es alejado de sus hijos, sin que a la denunciante le pase absolutamente nada malo.

Se ha llegado a determinar que aproximadamente el 50 por ciento de tales denuncias son falsas, según estudios de psicólogos como Clawar y Rivlin (1991).

En nuestro país el tema no ha sido tratado directamente, pero la alta tasa de archivos provisionales de estos delitos nos habla a las claras de que esta tendencia se mantiene en esta parte del mundo.

Si a lo anterior sumamos lo que en la esfera de los estudiosos se denomina “falsas memorias sobre agresiones sexuales” -cuya fuente principal radica en la actuación defectuosa de los propios terapeutas a la hora de tratar de descubrir una agresión en víctimas de corta edad- y agregamos también la presión comunicacional o la actuación indebida de organizaciones de víctimas que ofrecen servicios para facilitar la detección de supuestos casos de agresión sexual infantil, se presenta así un panorama poco favorable.

El caso más famoso a nivel internacional en este tema es el denominado “caso MC Martin”, que data de 1983 y ocurrió en Estados Unidos, en el que muy someramente fueron imputados 384 agresiones sexuales en contra de personas que permanecieron más de cinco años privadas de libertad, aunque en el juicio no pudo acreditarse ninguna de ellas.

Es decir, se mantuvo por años a personas “recordando con todo lujo de detalles” agresiones que no habían ocurrido, por defectos de las técnicas utilizadas por los profesionales, tales como preguntas sugestivas, muñecos anatómicamente correctos y promesas de recompensas para los niños a cambio de recordar el supuesto hecho abusivo.

Dado el sorpresivo aumento de denuncias de estos hechos, supuestamente ocurridos en colegios y escuelas del país, ojala los persecutores se tomen en serio estas cifras, para que no tengamos nuestro propio caso Mc Martin, agudizando el criterio para distinguir lo cierto de lo que no lo es y contratando profesionales que den garantías de buenas prácticas y conocimientos sólidos de este tema tan delicado.

Por José Luis Craig Meneses,
Defensor Regional del Maule.

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