Sala de Prensa

31/10/2012

Tras ser decretada por el juez Luis García León, fue confirmada por la Corte de Apelaciones

Defensor público Jorge Moraga logró primera suspensión condicional en caso La Polar

La medida benefició a Iván Dinamarca Gutiérrez, el único imputado en la causa que es representado por la Defensoría Penal Pública.

En el contexto del llamado caso La Polar, el ex ejecutivo de esa empresa Iván Dinamarca Gutiérrez fue uno más de los gerentes y directores formalizados, a partir de tres mail que este ingeniero comercial intercambió con profesionales del departamento de Informática de la compañía.

En ellos, Dinamarca solicitaba que se acelerara la puesta en marcha de un nuevo sistema automatizado, que permitiría liberar a personal del call center que la Gerencia de Productos Financieros necesitaba para otras labores.

El problema fue que ese nuevo software era el cuestionado Sistema Automatizado de Repactaciones Unilaterales, el mismo que motivó la prisión preventiva y hoy el arresto domiciliario de los tres más altos ejecutivos de esa empresa: Pablo Alcalde, María Isabel Farah y Julián Moreno.

INTERNACIONALIZACIÓN
Dinamarca manifestó desde un principio que quería ser representado en la causa por un defensor penal público, misión que asumió el Defensor Local Jefe de Lo Prado, Jorge Moraga. Éste planteó desde la primera audiencia que su defendido no tenía nada que ver con las operaciones fraudulentas investigadas, ya que ingresó a la compañía en 2007, como gerente internacional.

“Su misión era explorar mercados en América Latina para determinar en qué país La Polar podía iniciar su proceso de internacionalización. Así fue como eligió a Colombia”, explica Moraga.

En su planteamiento a la fiscalía para lograr una suspensión condicional del procedimiento, el defensor público argumentó que su defendido se vio mencionado en estas operaciones de manera absolutamente fortuita.

“El proyecto de Colombia se suspendió por la crisis económica internacional, por lo que a Iván Dinamarca se le solicitó que colaborara con la Gerencia de Productos Financieros, a cargo de Julián Moreno. Se hizo necesario utilizar al personal del call center, pero se le dijo que éste estaba con una enorme carga de trabajo”, precisó. 

TRES MAILS
Según el abogado de la DPP, la única prueba que existía en contra de su representado eran tres mails que éste envió en su momento al departamento de Informática, para que apuraran la activación de un sistema automatizado que permitiría liberar a las funcionarias del call center.

El problema fue que ese software resultó ser el cuestionado “Sistema Automatizado de Repactaciones Unilaterales”, lo cual “era algo completamente desconocido para mi defendido, ya que él ignoraba las especificaciones técnicas de esa aplicación y sólo se limitó a pedir que se apuraran en terminarlo, ya que eso permitiría disponer de personal del call center”.

De hecho, Moraga cuenta que un año después, en 2008, se reactivó el proyecto en Colombia, por lo que Iván Dinamarca se radicó en Bogotá y asumió con gerente de La Polar en ese país, de modo que nunca más tuvo contacto con la gente del departamento de Informática.

FISCALÍA ACEPTA
Según el defensor público, esta tesis fue entendida por el fiscal de la causa, José Morales, quien de este modo propuso una suspensión condicional del procedimiento. Formalmente, ésta fue planteada en audiencia por el fiscal Luis Inostroza y decretada por el juez Luis García León.

De las más de 400 querellas presentadas, sólo hubo tres oposiciones a este acuerdo y de éstas, sólo la parte que representa a La Polar apeló a la resolución. Sin embargo, la Corte de Apelaciones confirmó lo resuelto por el tribunal de garantía en favor de Dinamarca.

Entre las condiciones decretadas por el tribunal por el plazo de un año, Iván Dinamarca debió fijar domicilio, comunicar al tribunal si se ausentará del país y acatar la prohibición de tomar contacto con los otros imputados de la causa.

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