Sala de Prensa

28/11/2012

Su patriarca, Sergey Zadnepriansky, estuvo dos años y nueve meses preso

Absuelven a familia rusa acusada de lavado de dinero

Su defensor público, Mario Palma, lucha hoy para que el jefe de familia no sea extraditado a su país, por supuestos delitos de estafa y perjurio cometidos allá.

El defensor penal público Mario Palma dice tener sentimientos encontrados con la absolución que consiguió el pasado 19 de noviembre para los ciudadanos rusos Sergey Zadnepriansky, su esposa Lidia y su hijo Anton.

Está contento, porque las magistradas del Tercer Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Santiago acogieron su tesis y absolvieron a la familia del delito de lavado de dinero. Pero también está apesadumbrado, porque sobre Sergey pesa una orden de extradición a su país, la cual está a días de ser ejecutoriada, a menos que Palma logre revertir esta resolución -que data de 2009- con un incidente de nulidad que presentó el pasado viernes ante la Corte Suprema.

Hoy, Palma supo que el máximo tribunal del país fijó una audiencia para el próximo martes 4 de diciembre, en la que se discutirá la presentación hecha por el defensor público. Para dos días antes está fijada la lectura de la sentencia absolutoria de los Zadnepryansky.

UNA TRAGEDIA RUSA
La intrincada historia de esta familia rusa comenzó en diciembre de 2006, cuando resolvieron venirse a vivir a Chile. Después de obtener las respectivas visas e instalarse en San Felipe, iniciaron la Sociedad Comercial ZSL Servicios Ltda., especializada en cierres perimetrales, baldosas y pastelones, y que hoy sigue funcionando.

En 2008, la PDI inició una investigación “preliminar” a varios empresarios rusos residentes en Chile, luego de que funcionarios de Extranjería les hicieran llegar antecedentes de que habría personas de esa nacionalidad ingresando al país para constituir sociedades comerciales y luego irse. El defensor público de Sergey hace notar que “pasaron más de dos meses antes de que la PDI informara de esta investigación a la Fiscalía”.

Ese mismo año y e n paralelo, el gobierno ruso lanzó una orden de extradición “a todos los países de Europa y a Chile” en contra de Sergey, por los delitos de perjurio y estafa supuestamente cometidos en ese país entre 2003 y 2005. “Sin embargo, lo raro es que él abandonó su país sin problemas, pese a que los delitos se habrían cometido entre 2003 y 2005”, precisó Mario Palma.

En el marco de su investigación y al ver esta orden de extradición, , la PDI decidió enfocar su atención en Zadnepryansky como posible cabecilla de una red de lavado de dinero en Chile.

Así, el 21 de octubre de 2009 la Corte Suprema resolvió dejar al ruso en prisión preventiva, luego de una audiencia en la que -en opinión de Mario Palma- se cometieron varias irregularidades, por ejemplo con el traductor de confianza que se le asignó -un oficial de la PDI que después testificó en su contra en el juicio oral por lavado de dinero-, y que en esta audiencia hizo preguntas y dio respuestas poco claras, tal como más tarde quedó de manifiesto al revisar los audios de ese día.

“El abogado privado de Sergey, en ese entonces, le dice que irán a una audiencia para discutir la extradición pasiva simplificada, y al responder a las preguntas que le hizo ese día su traductor de confianza, él creyó que estaba confirmando a la Corte que no quería ser extraditado”, dice Palma.

Sin embargo, ese día Zadnepryansky no sólo quedó en prisión preventiva, sino que además la Corte Suprema resolvió que el ruso debía abandonar el país a la brevedad.

Sin embargo, tal decisión no alcanzó a concretarse, ya que el 2 de noviembre Sergei y su esposa Lidia -y posteriormente Anton- fueron formalizados por el Ministerio Público por el delito de lavado de dinero, a partir de lo cual se decretó una nueva prisión preventiva sobre Sergey y arraigo nacional y firma mensual para Lidia y su hijo.

DIEZ ABOGADOS
Entre 2009 y 2011, esta familia rusa tuvo cerca de diez abogados particulares, hasta que en mayo de 2011 la causa llegó a la Defensoría Penal Pública. La investigación ya estaba cerrada y la Fiscalía pedía diez años de condena para Sergey y 818 días para Lidia y el hijo de ambos.

Mario Palma conoció a su defendido el 2 de junio del año pasado en Santiago 1. “Lo primero que me señaló es que padecía de esquizofrenia paranoide desde 1972 y que nunca le habían hecho exámenes en Chile”, recuerda.

Agrega que con estos antecedentes solicitó distintas pericias médicas y una audiencia de revisión de cautelares, la que se llevó a cabo el 12 de julio de 2011. “El juez de garantía rechazó revocar la prisión preventiva, pero apelé a la Corte y ahí la solicitud fue acogida, por lo que el 20 de julio Sergey quedó libre”.

Sin embargo, ese mismo día Gendarmería advirtió al defensor público que el ruso no podría abandonar Santiago 1, pues existía oposición de la Suprema debido a su causa por extradición. Así, el ciudadano extranjero siguió preso hasta el 17 de julio de 2012, cuando se le modificó su medida cautelar a arresto domiciliario total, completando en total dos años y 9 meses privado de libertad.

JUICIO ORAL
Pocos meses después, el 10 de octubre pasado, se inició el juicio oral por lavado de dinero, que culminó el lunes 19 de noviembre con la absolución de todos los miembros de esta familia rusa. Ello, porque las magistradas Doris Ocampo, Katrina Chahín y Claudia Bugueño determinaron que “la imputación efectuada por el Ministerio Público no cumple los elementos típicos de la conducta penal imputada en los términos expresados en el libelo acusatorio”.

Hoy, Sergey Zadnepriansky ya no está en Santiago 1, aunque se mantiene con arresto domiciliario total en su casa de San Felipe, a la espera de su incierto destino.


 

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