Sala de Prensa

07/12/2012

Fue condenada por parricidio en la isla Llingua, en Chiloé

Mujer que asesinó a su esposo recobra la libertad (*)

(*): La siguiente noticia fue escrita por el periodista Pedro Bárcena y publicada por el diario La Estrella de Chiloé el jueves 6 de diciembre de este año.


Reconociendo los antecedentes invocados por la defensa, una mujer que mató a su esposo estrangulándolo con una cuerda al interior de la casa que compartían en la isla Llingua, en la comuna de Quinchao, logró evitar una drástica pena tras los barrotes. La acusada arriesgaba 15 años de presidio por el delito de parricidio, pero recuperó su libertad.

La tensión entre los hijos de la joven de iniciales M.V.D.M. (35) que llegaron al Tribunal Oral en lo Penal de Castro, donde se entregó el fallo por el juicio al que fue sometida, dejaba entrever el peor de los escenarios.

Su ser querido podía retornar a la cárcel -permanece bajo arresto domiciliario total- y acrecentar la pesadilla sufrida por este ataque perpetrado el 29 de mayo del 2011 contra José Rivera Rivera (51), quien falleció cuando era trasladado al Hospital de Achao.

Sin embargo, las palabras del presidente de la sala castreña, Juan Pablo Peña, fueron un verdadero alivio. “Se condena a la acusada a la pena de tres años y un día de presidio”, expresó el magistrado local, quitando un tremendo peso para sus parientes.

A su vez, el sentenciador manifestó que se concedió la libertad vigilada para la isleña, la que se prolongará por cuatro años, tiempo en que deberá ser monitoreada por personal de Gendarmería. Además, se determinó la inclusión de su huella genética en el registro de condenados y el abono del tiempo en que ha permanecido en prisión preventiva y arresto; es decir, más de 18 meses.

POSTURA
El defensor Luis Mora, junto con mostrar su conformidad por la sentencia y el beneficio otorgado, reconoció que “se acogió nuestra postura y algunas de las atenuantes que solicitamos -fueron cuatro: inimputabilidad disminuida o en su defecto legítima defensa, arrebato u obcecación, irreprochable conducta anterior y colaboración sustancial-, considerando su entidad”.

No obstante, el profesional enfatizó que “seguimos sosteniendo que este caso se trata de un suicidio, que las pruebas entregadas por la Fiscalía no descartaron todas las hipótesis, como la que planteamos”. Asimismo, el jurista puntualizó que su representada “cometió el único error de no dar aviso inmediato de lo sucedido”, lo que habría generado todo el peso acusatorio en su contra.

A la espera que la sentencia quede ejecutoriada, la isleña retornó a Llingua junto a su familia y Carabineros, que concretó el traslado, pero con la tranquilidad que ya no quedará encerrada en su domicilio por un crimen que sigue asegurando que nunca cometió.                              

RECURSO DE NULIDAD
El fiscal Jorge Raddatz destacó que espera analizar el fallo para evaluar un recurso de nulidad. Un trámite para el cual existe un plazo de 10 días para postularlo a la Corte de Apelaciones.

El persecutor enfatizó que “al menos dos atenuantes deben haber sido acogidas para rebajar a tal grado la pena que solicitamos, aunque el tribunal tiene la facultad para ver los grados penales”.

Un escenario similar se observó en el parricidio de Butalcura, donde una mujer asesinó en junio del 2009 a su conviviente, Manuel Saldivia Barrientos (52), golpeándolo con un tronco en la cabeza. La condenada también recibió cuatro años de libertad vigilada. 

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