Sala de Prensa

17/05/2013

Columna de opinión:

Inocentes en prisión

El siguiente artículo fue escrito por el Defensor Regional de Aysén. Fue publicado el 16 de mayo en El Diario de Aysén.

Como institución, siempre hemos sostenido que la prisión preventiva debe ser utilizada como último recurso, ya que sus implicancias son tremendamente estigmatizantes y graves para quien la sufre, así como para su entorno social y familiar.

Lamentablemente, en nuestro país no son pocas las personas que han sido sometidas a prisión preventiva, como medida cautelar dentro de una investigación penal en su contra, pero que luego han resultado absueltas de todo cargo.

Esta medida es de tal impacto que, si una persona no la ha experimentado en carne propia o a través de una persona cercana, no se puede comprender en plenitud ni describirla con palabras.

En parte, a esto nos referimos cuando decimos que toda persona acusada de un delito debe tener un abogado defensor que la represente, ya que muchas veces la verdad de los hechos se esconde tras apariencias y situaciones confusas, que sólo a través de una investigación objetiva pueden ser develadas. Pero mientras ello ocurre, un inocente podría estar siendo culpado y condenado por la opinión pública de un delito que no cometió.

En nuestra región también tenemos casos en los que inocentes han estado privados de libertad, durante una parte o toda la investigación en su contra. Sus absoluciones más que satisfacción, nos han dejado –como institución– la certeza de que esto no puede ni debe continuar ocurriendo.

Para dar a conocer la realidad de estas personas es que, en los próximos meses, la Defensoría Penal Pública lanzará el Proyecto Inocentes, que será complementado por un sitio web donde se dará a conocer una serie de casos de personas que, a lo largo de Chile, fueron acusadas por crímenes que no cometieron.

Violaciones, robos y homicidios son algunos de los cargos que hicieron que muchas personas estuvieran tras las rejas por largos períodos, siendo inocentes. Esas personas hoy están en libertad, pero el daño ocasionado a sus vidas no es de fácil reparación.

Creemos que con este proyecto las personas comprenderán mejor a qué responde la presunción de inocencia y el porqué la justicia debe ser equilibrada, más allá del dolor de las víctimas –que lamentamos, por cierto- y las presiones sociales.

A través de sus intervinientes, entre los que nos contamos, la justicia debe asegurarse de que si se va a condenar a una persona por la comisión de un delito, la sanción sea acorde a derecho y que, efectivamente, ésta recaiga sobre quien cometió el delito y no sobre un inocente.

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