Sala de Prensa

26/11/2013

Columna de opinión:

Tecnología, Seguridad y Derechos.

El siguiente articulo, escrito por el Defensor Regional del Maule, fue publicado el martes 26 de noviembre en diario El Centro de Talca.

Muy a tono con los Cyber Monday, y otros términos ingleses que se utilizan por estas fechas, pero que tienen que ver con los avances tecnológicos que a veces mejoran nuestras vidas, en estos días hemos conocido al menos dos iniciativas, que aplicando la tecnología a la vida cotidiana nos sirven, según las autoridades, para prevenir o descubrir delitos. El primero de ellos son las cámaras adosadas a los vehículos policiales, que permiten escanear las patentes de los demás automóviles que se cruzan con la patrulla, para verificar si tiene encargos por robo.

Una buena medida, que duda cabe, pero que debe ir acompañada de dos cosas que jamás la tecnología y el avance de la ciencia podrán remplazar: criterio para iniciar y llevar a cabo las persecuciones que dará lugar la detección de un vehículo con encargo, a fin de evitar los accidentes que más de una vida han costado en la capital. Y, por otro lado, que los registros policiales estén debidamente actualizados por la mano humana que aun es necesario para llenar las bases de datos respectivas.

Claramente es un avance, y ojala permita que los delitos de hurto y robo de vehículos motorizados puedan esclarecerse más rápido y exitosamente.

Otro avance es el pago asociado a los “smartphones” que desde ahora los clientes de las bencineras pueden hacer sin siquiera utilizar tarjetas de débito o crédito, y menos aun el dinero propiamente tal. Ojala aquello permita que las estaciones de servicio bajen su índice de victimización, siendo efectivamente un desincentivo para ser blanco predilecto de asaltos. Sin perjuicio de lo anterior, será un hecho que los cyber delincuentes encontrarán la forma de cometer ilícitos a través de estos novedosos pagos virtuales, tal como en su momento fueron capaces de “clonar tarjetas” y cometer toda clase de ilícitos con el llamado “dinero plástico”, ya que – como se señala popularmente: hecha la norma, hecha la trampa.

Esperemos que los organismos asociados a perseguir aquellos delitos tengan una capacidad de repuesta rápida y se pongan a trabajar desde ya, para evitar que éstos se cometan dando cuenta de su poder de anticipación que lamentablemente no se ha visto hasta la fecha.

Otro tema que va en aquella línea es la creación por parte de la policía civil del plan GEBRO, que en síntesis busca desbaratar las redes que dan cobijo al robo y al hurto, ya que permiten que el delincuente reduzca los botines obtenidos, atacando desde el reducidor, permitiendo llegar a través suyo a los autores del delito de base.

Sin duda un buen plan, ya que si se ataca la receptación se combate casi directamente al robo o hurto que no tendría cómo ser un buen negocio para sus autores. Pero que tal como la iniciativa de la policía uniformada requiere de los máximos niveles de responsabilidad y ética para ponerlo en práctica. Ello porque se está permanentemente transitando en una delgada línea entre lo permitido y lo prohibido para el combate del crimen.

En efecto, todos estamos contra el delito y quisiésemos vivir en una sociedad más segura y tranquila, pero es bueno recordar, máxime si se ponen en marcha nuevos planes para ello, que esto no se puede lograr a cualquier precio, y que no todo está permitido en tal lucha. Los derechos de las personas están por sobre cualquier tecnología y ellos se respetarán en la medida que quienes operan estos nuevos inventos lo tengan claro y obre en consecuencia.

José Luis Craig Meneses
Abogado, Magister en Criminología y Justicia Penal
Defensor Regional de Maule.

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