Sala de Prensa

01/04/2014

Pertenecen a la Procuraduría General de Puebla

Fiscales mexicanos visitaron sede de la Defensoría en el Centro de Justicia de Santiago

Refutando un argumento que -según él- parte de una premisa equivocada, el Defensor Regional Metropolitano Norte les explicó que el número de causas no es relevante para evaluar la carga de trabajo, sino analizar su complejidad, pues la mayoría son de tan rápida tramitación que incluso se resuelven en primera audiencia.

Por José Igncio Aguirre O.,
Defensoría Regional Metropolitana Norte.

La sede de la Defensoría en el Centro de Justicia de Santiago sigue recibiendo visitas de delegaciones extranjeras, muy interesadas en conocer cómo funciona el particular modelo de trabajo de la Defensoría Penal Pública de Chile.

Esta semana un grupo de fiscales mexicanos del estado federal de Puebla -encabezado por el representante de la Procuraduría General de Justicia, Víctor Carrancá Bourget- sostuvo una reunión con el Defensor Regional Metropolitano Norte (DRMN), Leonardo Moreno, y el jefe de la unidad regional de Estudios, Carlos Mora.

Luego de una explicación general sobre cómo opera la reforma procesal penal chilena y cuál es la función que en este sistema cumple la Defensoría, los visitantes consultaron por las cargas de trabajo y cómo se regula el número de causas por cada defensor, para que éste pueda cumplir eficientemente con su prestación de defensa.

PREMISA EQUIVOCADA
El Defensor Regional aclaró que esa pregunta parte de una premisa equivocada, ya que el número de causas no es relevante para evaluar si la carga de trabajo es alta o baja.

“Lo importante es ver los componentes de esa carga de trabajo. No basta con que un defensor o un fiscal diga que tiene mil causas, ya que lo más probable es que la inmensa mayoría de ellas se trate de delitos flagrantes o de baja penalidad, que incluso pueden resolverse en primera audiencia”, explicó Leonardo Moreno.

Carlos Mora confirmó esta apreciación y recordó la época en que ejerció la jefatura de la Defensoría Local de Santiago. “En un minuto pude haber tenido de 300 a 500 causas, lo que sin mayor explicación suena como una carga enorme para un solo defensor. Pero la verdad es que las causas complejas que podrían llegar a juicio oral no eran más de 20 ó 25, lo que es una carga de trabajo totalmente manejable”, agregó.

Moreno agregó que la única manera de determinar la verdadera carga de trabajo de los defensores públicos es a través del recurso computacional. “Todas las mañanas enciendo mi computador y veo las causas que comienzan con juico oral, cómo van las visitas de cárcel y, en general, cómo está la carga de trabajo de cada defensor", señaló.

Según él, un defensor puede tener 500 causas, pero sólo diez de ellas requerirán peritajes, búsqueda de testigos, presentación de recursos u otras diligencias que demandan mucho tiempo y dedicación. "En cambio, otro defensor puede tener sólo 200 causas, pero 50 de ellas son de alta complejidad. ¿Quién tiene mayor carga, el que defiende a 500 imputados o el que defiende a 200?”, concluyó.

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