Sala de Prensa

28/07/2015

Reconocimientos erróneos: “La memoria puede no ser tan precisa. La memoria puede fallar”

Experta estadounidense visitó la Defensoría y dictó curso sobre reconocimiento visual

La académica Elizabeth Boals, directora asociada del Programa de Litigación avanzada de la American University, explicó en detalle diversos factores que pueden llevar a una víctima o testigo a identificar erróneamente a el o los culpables de un delito.

Durante tres días, la abogada y académica estadounidense Elizabeth Boals dictó un curso sobre litigación, destinado a entregar herramientas a defensores públicos en materias de reconocimiento visual y pruebas científicas.

La invitación a la directora asociada del Programa de Litigación avanzada de la American University, se enmarcó en el plan  de capacitación anual que desarrolla la Defensoría Penal Pública (DPP) para sus defensores. En la capacitación, que se desarrolló en el auditorio de la DPP en el  Centro de Justicia de Santiago entre el 22 y el 24 de julio, participaron 27 abogados y entre los expositores también estuvo el académico chileno Mauricio Duce (UDP).

Elizabeth Boals compartió su experiencia como defensora pública y entregó herramientas para litigar frente a pruebas muchas veces sobrevaloradas, como los reconocimientos visuales y las declaraciones de víctimas menores de edad en los delitos sexuales.

Para la abogada estadounidense, el reconocimiento ocular es una de las principales causas de error judicial, debido principalmente a que “la memoria puede no ser tan precisa. La memoria puede fallar”. 

Agregó que estudios efectuados en Estados Unidos muestran que en casos en los que se exoneró a inocentes acusados de crímenes mediante exámenes de ADN, entre 75 y 80 por ciento de las condenas injustas se debieron a identificación errónea por víctimas o testigos.

"Hay muchas variables diferentes que pueden impactar sobre la exactitud de un testigo al identificar a un sospechoso", explicó Boals.

CLAVES PARA NO ENCARCELAR A INOCENTES
"La memoria humana no es una cámara fotográfica (…) Si fuera una foto, bastaría con recuperar esa imagen y describir exactamente cómo se ve la persona. La memoria no funciona así", agregó.

Según la experta, uno de los factores que puede llevar a identificaciones erróneas es la capacidad de retención, que disminuye con el tiempo. Pocas horas o días después del hecho, los detalles de un rostro comienzan a difuminarse: en muchas ocasiones, los rasgos de otras personas -que flotan en la memoria- comienzan a mezclarse con ese recuerdo, "afectando la habilidad para retener con precisión" la imagen requerida, indicó.

En este aspecto influye el fenómeno conocido como ‘transferencia’, que tiene incidencia también en la realización de ‘retratos hablados’. "Cuando se 'construye' un rostro, hay que estar seguro de que esa cara no contiene elementos que provienen de otras fuentes (…) Por ejemplo, si una persona que entró en mi tienda horas antes de un robo tiene rasgos similares a los del asaltante, se puede producir en la memoria una 'combinación' entre la cara del cliente y el rostro del autor del crimen", aclaró Elizabeth Boals.

El intenso estrés que experimenta quien sufre un delito también conspira contra una descripción correcta del culpable. Por ejemplo, si alguien es amenazado con un arma, probablemente enfocará su visión en la pistola o el cuchillo mucho más que en la cara de quien los esgrime. "Bajo estrés es muy difícil registrar información precisa", advirtió la experta.

Los policías, fiscales e investigadores también pueden influir en los recuerdos de la víctima, voluntaria o involuntariamente: Según la estadounidense, pequeños gestos de aprobación que el testigo capta pueden ir decantando su descripción, para que se vaya ‘amoldando’ a un sospechoso, sin que el propio declarante esté consciente de ello.

RECUERDOS VAGOS O AMBIGUOS
Otro elemento crucial relacionado con este fenómeno es que la víctima o testigo casi nunca es consciente de lo vago o ambiguo que puede ser su recuerdo: actúa de buena fe sobre lo que cree que es una imagen ‘precisa’, guardada en su cerebro.

“Es natural que una persona busque ayudar a que un culpable sea capturado. Hay muchas presiones sobre una persona frente a una ronda de reconocimiento, para que logre una 'identificación positiva'", precisó.

La abogada Boals explicó que en muchos estados de Estados Unidos se están aplicando procedimientos más estrictos, entre ellos los siguientes: los administradores de las ruedas de reconocimiento "no pueden saber cuál es el sospechoso", para que no influyan en el testigo; hay que recurrir a imágenes de video y no se debe disponer pocas personas en la fila, sino formarlas con cinco, seis personas o más, ninguna de las cuales puede llevar ropas o elementos excesivamente distintivos.

También se requiere que los investigadores hagan preguntas específicas y no generales al testigo, y se establece la prohibición absoluta de hacer cualquier tipo de comentarios al testigo antes, durante o después de la sesión de reconocimiento.

"Los defensores siempre tienen que tener siempre presente la necesidad de saber y observar cómo estos factores afectan la exactitud en los reconocimientos y pueden perjudicar finalmente a inocentes", recalcó la experta. 

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