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08/03/2016

El Defensor Regional y el jefe (S) de Estudios intervinieron como litigantes en ejercicio realizado en el Tribunal de Iquique

Tarapacá: destacada participación de la Defensoría en simulación de juicio oral con sala especial para menores

El Tribunal de Juicio Oral probó con realismo el funcionamiento del sistema, que busca proteger a los niños y adolescentes que deban declarar como víctimas o testigos.

Por Héctor Mérida C.,
Defensoría Regional de Tarapacá.

Con la satisfacción de haber realizado una prueba sumamente realista culminó la simulación para revisar cómo funcionaría una sala especial para la declaración de menores en una audiencia judicial. El ejercicio, que duró 90 minutos exactos, fue preparado por el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Iquique, con la participación de defensores penales públicos, fiscales y todo el equipo de magistrados y demás funcionarios de ese juzgado.

En la oportunidad se constituyeron todos los intervinientes de un juicio real: el tribunal colegiado, los fiscales, los defensores  públicos y dos menores de edad que eran víctima y testigo del supuesto delito. Y como en cualquier audiencia real, hubo exposiciones, interrogatorios e incidencias, en las que los defensores penales públicos tuvieron un protagonismo destacado.

Según lo especificó el tribunal iquiqueño, la prueba del sistema buscaba examinar las “condiciones operativas, estructurales y tecnológicas para contar con la claridad que se requiere para su utilización. Asimismo, ello permitirá que se generen los protocolos de funcionamiento, donde se puedan ver en la práctica mecanismos para su mejor uso”.

CONOCIMIENTO EMPÍRICO
El Defensor Regional de Tarapacá, Marco Montero Cid, planteó que “el ejercicio nos permitió tener conocimiento empírico del funcionamiento de este nuevo mecanismo de declaración e interrogatorio de niños  y adolescentes y, a partir de eso, plantear nuestras objeciones normativas en su aplicación”.

El directivo, junto al jefe (S) de Estudios, Gabriel Carrión, estuvieron esa tarde simulando ser los defensores durante esa audiencia de prueba.

La actividad consideró la habilitación de una habitación aislada de la sala de audiencia, con amoblado de diseño acogedor y sistemas de comunicación inalámbrica, que permitieran que los menores, tanto la víctima como el testigo, pudieran entregar sus testimonios de manera cómoda, protegida y a la vez directamente a los intervinientes de un juicio oral.

Esta complicada armazón busca mantener el cuidado de la integridad de los niños y adolescentes intervinientes y, a la vez, cumplir con las exigencias de oralidad, inmediación y publicidad, como también asegurar el funcionamiento permanente del tribunal colegiado.

El último punto plantea una dificultad especial, porque el juez presidente debe ausentarse de la sala de audiencia para estar en la habitación en que debe interrogar a los menores y, a la vez, mantener el contacto permanente y directo con lo que ocurre en la sesión del tribunal. 

En este caso, el tribunal plantea resolver esos problemas con sistemas de comunicación inalámbrica que en esta oportunidad usó el magistrado Rodrigo Vega, quien transmitía las consultas de los fiscales o defensores a profesionales que simulaban ser menores de edad sometidos a estos requerimientos.

“Para la defensa, este tipo de técnicas deben ser usadas sólo excepcionalmente, velando en todo momento en que no se afecten los derechos fundamentales de las personas imputadas, en el marco de un debido proceso”, concluyó Marco Montero.

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