Sala de Prensa

13/05/2016

Un equipo de la Defensoría Regional de Antofagasta lo visitó en campamento "Luz divina"

Un desayuno con el padre Felipe Berríos

Junto con analizar el estado actual de la sociedad y las necesidades que le circundan en la vida diaria, el sacerdote jesuita comprometió una visita a la Defensoría Regional para sostener una conversación distendida y franca con los funcionarios.

Por Julia Arriagada Márquez,
Defensoría Regional de Antofagasta.

Llegar hasta el campamento “Luz divina” de Antofagasta no es tan complicado como se piensa y, desde afuera, sorprende por su organización y buen aspecto general. Allí, en la primera casa, junto a la biblioteca comunitaria, vive uno de los sacerdotes más reconocidos del medio chileno y tal vez latinoamericano, Felipe Berrios S.J..

Desde ese lugar, el religioso articula la coordinación de los 35 campamentos existentes en la ciudad y está materializando la creación de 28 sedes sociales, para que las familias hagan sus actividades. Tal como ocurre en ese espacio, donde incluso funciona un centro de formación.

En su mediagua perfectamente ordenada y alhajada con mobiliario sacado desde el basural (el 'mall', como le llama la gente del sector), el sacerdote recibió a un equipo de la Defensoría Regional, para compartir un desayuno y, sobre todo, una conversación profunda.

Allí, la Defensora Regional, Loreto Flores Tapia; el jefe de Estudios, Ignacio Barrientos; la encargada de la Unidad de Apoyo a la Gestión de Defensa (UAGD), Valentina Acuña, y la psicóloga Golda Barrientos, de la Unidad de Defensa Penal Juvenil (UDPJ) expusieron sobre los aspectos relevantes de sus respectivas labores y las realidades que se deben enfrentar a diario.

DEFENSA ESPECIALIZADA
Loreto Flores, por ejemplo, expuso al padre Berríos el quehacer de la institución a nivel regional y, particularmente, respecto de los usuarios extranjeros, indígenas, adolescentes y mujeres, en quienes se centra el trabajo más especializado, al igual que con los privados de libertad, quienes además de ser estigmatizados son usualmente relegados al olvido en algún centro penal del país.

“El trabajo que se desarrolla en la institución es de gran compromiso, tanto de parte de los defensores como de todo el equipo de profesionales, técnicos y administrativos, dado que muchas veces somos la única esperanza de una persona que ya es discriminada y violentada socialmente”, destacó la Defensora Regional.

El padre Berríos reconoció que “ustedes hacen un gran trabajo, porque no es fácil comprender todo lo que hay detrás de los llamados delincuentes, las historias de vida y las circunstancias que rodean el actuar de jóvenes y adultos que se ven de alguna manera presionados por la falta de oportunidades y las necesidades materiales que mueven a la sociedad. Comprender eso es el primer paso para hacer un buen trabajo con las personas”, destacó.

SEMINARIO MIGRANTES
Durante el encuentro, el jefe regional de Estudios aprovechó de invitar a Berrios a participar de un seminario sobre acceso a la justicia para la población migrante de Antofagasta, que se está organizando conjuntamente con la Seremi de Justicia y el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), y que se realizará el 10 de junio próximo.

“A pesar de que trato de no salir mucho, porque prefiero estar acá trabajando, lo cierto es que este tipo de encuentros me interesan como instancia de análisis en relación con lo que nos rodea, la falta de oportunidades, la pobreza espiritual de la gente y, particularmente, la discriminación hacia los migrantes”, señaló el sacerdote ,confirmando así la relevancia del encuentro y su presencia en el mismo.

Luego, después de dos horas de conversación amena, alguna taza de café y grandes reflexiones, el sacerdote recibió una nueva invitación, ahora a visitar la Defensoría Regional para compartir con los funcionarios.

“Después de 15 años de funcionamiento, las personas que forman parte de una institución como la nuestra necesitan nuevos estímulos, nuevos impulsos para reencantarse con la labor que realizan a diario y en ello nos ayudaría mucho su punto de vista, por lo cual nos gustaría mucho que nos pueda visitar”, le dijo Loreto Flores.

"HABLAR SIN ATADURAS"
Agradecido por la invitación, el sacerdote jesuita accedió también y sólo pidió que sea “un encuentro distendido, en confianza y relajado, en que podamos hablar y discutir abiertamente con la gente lo que piensa y lo que yo pienso sobre la sociedad actual. Así me gusta a mí, hablar sin ataduras”, concluyó Berríos.

Finalmente, el equipo de la Defensoría Regional y el sacerdote comprometieron generar una agenda de trabajo para que se puedan desarrollar acciones de difusión de la labor de la defensa pública y, especialmente, respecto de los jóvenes infractores de ley.  

Así, contentos por el encuentro, los funcionarios y directivos se despidieron del padre Berríos y dejaron atrás el centro de operaciones del campamento “Luz divina”, emplazado en el sector La Chimba y desde donde el sacerdote articula la coordinación de los 35 campamentos existentes en Antofagasta.

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