Sala de Prensa

26/08/2016

Inés Rojas dio una extensa entrevista al diario El Día de La Serena:

Defensora Regional (S) de Coquimbo: “La gente no comprende que todo el mundo tiene derecho a defensa”

La directiva regional de la Defensoría enfatizó que todos quienes cometen delitos tienen derecho a un debido proceso y a no ser juzgados a priori por la sociedad.

Por Daniel San Martín, D.,
Defensoría Regional de Coquimbo.

“Que les den cadena perpetua”... “Que haya un castigo ejemplar”... Comentarios como éstos son los más suaves que se leen a través de las redes sociales cuando existe algún delito de connotación pública y el imputado es capturado.

La aparente crisis de inseguridad que enfrentaría el país, sobre todo a partir de la alta percepción de peligro por la delincuencia, ha hecho que la ciudadanía exija penas inmediatas para los antisociales, más aun cuando los ilícitos son perpetrados con extrema violencia.

La Defensora Penal Pública (S) de la Región de Coquimbo, Inés Rojas, si bien entiende la molestia de la gente, ve con preocupación que se esté instalando en el inconsciente colectivo el que toda persona que cometa una acción delictual deba ser castigada a priori con las “penas del infierno”, sin tomar en cuenta el problema social imperante en Chile, que está afectando a los menores de edad y jóvenes provenientes de los sectores marginalizados, que pasan a formar parte de los que desde la Defensoría llaman “grupos vulnerables” ante el sistema penal.

-¿A qué se refiere cuando se habla de grupos vulnerables?
-Para nosotros los grupos vulnerables están relacionados muchos de ellos, precisamente, con el tema de los jóvenes y adolescentes y a qué nos referimos específicamente: en general a jóvenes de escasos recursos con familias que probablemente no están bien constituidas, que tienen baja escolaridad, que tienen deserción escolar. Con padres que muchas veces están relacionados con el tema drogas. Entonces, ese tipo de relaciones que tienen en ese entorno los hace más vulnerables, en el sentido de que muchas veces cometen los delitos por toda esa historia de vida que traen de atrás. O sea, hay que analizar por qué el joven cometió ese delito ¿El joven no ha ido al colegio? ¿Su padre a lo mejor está privado de libertad?

-¿Qué siente cuando la gente reacciona tan vehementemente frente a jóvenes infractores sin hacer ese análisis que usted realiza?
-Lo que pasa es que la gente no entiende que con la Ley de Responsabilidad Adolescente obviamente se establece un marco penal distinto, porque establece sanciones que tal vez a la vista del público, que desconoce el derecho, son sanciones menos rigurosas que las de un adulto. En general, como Defensoría sentimos que obviamente se juzga de manera sumamente grave los hechos que cometen los jóvenes, sin darse cuenta de que nosotros como país estamos adscritos al sistema de protección de derechos de la infancia y que no hay que olvidar que los jóvenes, por muchos delitos graves que cometan, son niños que todavía no tienen el desarrollo total, ni asentada su personalidad, ni siquiera físicamente y que necesitan ser tratados de manera distinta a la de un adulto.

-¿La reacción de la gente se debe a que los adolescentes son más violentos en su actuar?
-Claro. En realidad, lo que se muestra es que son más violentos, que los delitos afectan la vida y la integridad física de las personas. Yo creo que por eso reacciona así la gente, pero eso obviamente que hay que relacionarlo con el tema de que los jóvenes, al tener un menor desarrollo emocional, tienen menos control de impulso y de esa forma su actuar obedece a esa circunstancia. Al tener menos control de impulso y un desarrollo emocional deficitario, obviamente reflexionan menos al momento de la comisión de un delito, lo que los puede llevar a cometer un acto más grave del que puede llegar a cometer un adulto.

-Pero, ¿no será que actúan así porque muchas veces sus delitos, por más graves que sean, quedan en la impunidad aparentemente?
-Puede haber muchos factores que influyen, pero no hay impunidad. Al menos no es lo que nosotros buscamos. Lo que nosotros buscamos es que nadie sea buscado a priori, buscamos que la sanción sea ajustada a derecho y sin ningún tipo de prejuicio.

-Hay quienes los atacan a ustedes por defender a los delincuentes juveniles ¿Cómo sobrellevan estas críticas?
-
Bueno, la gente no comprende que todo el mundo tiene derecho a una defensa. Nosotros, como Defensoría, estamos constantemente enfrentando esas críticas por nuestra labor, pero eso tiene que ver con una mirada más profunda de lo que tiene que ser la sociedad. Pero yo, y creo que todos mis colegas, así lo entienden. Debemos cumplir esa labor, que es precisamente lo que dice nuestro slogan “sin defensa no hay justicia”.
O sea, frente a todo el aparato persecutor que es el Ministerio Público, que tiene todos los recursos estatales precisamente para la persecución del delito, obviamente que tiene que haber una entidad como somos nosotros, que somos los que tenemos que salvaguardar que se cumplan y se respeten los derechos de las personas. Pero mientras las personas no conozcan claramente lo que es la dinámica del proceso penal, les será difícil comprender nuestra labor. Pero en algún momento se tendrá que retomar la educación cívica en nuestro país, para que la gente comprenda cuál es la dinámica de los intervinientes del proceso penal.

-A todas luces hay un problema social, de acuerdo a su análisis ¿Cree que nos estamos haciendo cargo de ese problema?
-Yo creo que el Estado de Chile tiene que tomar ciertos resguardos para la protección de los jóvenes. Mantenerlos escolarizados e intentar intervenir antes de la comisión del delito, intervenir en que no deserten del sistema escolar, que no deserten cuando las familias estén dispersas o los padres no están en el hogar, ya sea porque están privados de libertad o deben trabajar o son familias monoparentales. El Estado debe hacer un trabajo con esos jóvenes de estas familias que son vulnerables. Eso se da en el ámbito educacional, porque mientras los chicos se mantienen escolarizados no entran en el círculo de la delincuencia, tienen oportunidades.

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