Sala de Prensa

20/10/2017

Jefe de la Unidad de Defensa Especializada de la Defensoría en seminario sobre nueva ley:

“Los migrantes son un grupo minoritario dentro de la población penal”

Especialistas en el tema de la migración reflexionaron sobre las particularidades que presentan los extranjeros en nuestro país y las aristas que el Estado debería considerar al momento de legislar sobre ello.

Por Keiko Silva V.,
Defensoría Nacional.

Con la definición expuesta en el título de esta nota, el jefe de la Unidad de Defensa Especializada de la Defensoría Penal Pública, Pablo Aranda, inició su ponencia en el seminario “Nueva ley de migraciones”, organizado por la Universidad del Desarrollo con un enfoque centrado en la recepción que el país brinda a los migrantes y las propuestas de mejoras que urge poner en marcha.  

En torno a la discusión sobre la situación penal de los migrantes, Aranda explicó que las cifras muestran que en 2016, 6 mil 657 personas migrantes ingresaron al sistema de justicia, lo que correspondió al 2 por ciento del total de personas atendidas por la Defensoría.

Según él, esta cifra significaría que “el movimiento migratorio no incide en el ámbito penal, dado que son un grupo minoritario. Sin embargo, su especificidad obliga al Estado y a la misma Defensoría, en particular, a especializar su labor, desde contar con el apoyo de intérpretes hasta una comprensión de la diferenciación de delitos que exhibe cada región del país”, aclaró.

OTRAS PONENCIAS
La jornada reunió además a Pía Mundaca, del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior; a Pablo Valenzuela, director nacional del Servicio Jesuita de Migrantes, y a  Álvaro Bellolio, de la Universidad del Desarrollo.

En el ámbito gubernamental, Pía Mundaca se refirió a los objetivos del proyecto de ley de migración que el Gobierno envió al parlamento y que se encuentra actualmente en discusión.

“Además de modernizar la ley actualmente vigente, que corresponde a 1975, lo que se busca es determinar derechos y deberes que regulen efectivamente el ingreso y el egreso; las categorías migratorias y el sistema sancionatorio, entre otros”, resumió.

El director nacional del Servicio jesuita de Migrantes, en tanto, detalló la situación social actual de la población migrante y criticó la “falta de reflexión” que exhibe el país. Valenzuela señaló que el marco de acción que debe ser considerado es la aplicación de la Constitución, de los convenios y de los tratados que ha suscrito Chile.

Con ello, dijo, se estaría respetando el hecho de que “por cruzar una frontera no se deben perder la dignidad y los derechos fundamentales. Dejemos atrás la ecuación de suma cero respecto de los movimientos migratorios”, sentenció.

Por último, a través de ejemplos Bellolio expuso que la migración responde a movimientos inherentes al ser humano, registrados desde los inicios de la historia. Recordó la necesidad de regular, a corto plazo, el ingreso de las personas que vienen a cumplir labores precisas y breves en el país, como los futbolistas que llegan a competir con las selecciones nacionales, situación que se reitera también con las visitas de grupos musicales, por ejemplo.

En cuanto a las cifras que posee el Gobierno, se evidencia un aumento de la población masculina, originado sobre todo por el ingreso de personas de nacionalidad haitiana y venezolana. Sin embargo, aún las mujeres alcanzan el 53 por ciento, provenientes principalmente de Perú, Bolivia y Colombia.

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