Sala de Prensa

14/06/2018

CCP Biobío, sección femenina

Una difícil tarea: Mujeres privadas de libertad con hijos lactantes

Profesionales de la Defensoría Regional del Biobío se reunieron con mujeres que permanecen privadas de libertad con sus hijos menores de dos años. Junto con difundir la labor institucional conocieron tristes episodios de discriminación hacia ellas y sus pequeños.

Victoria Haquin V.,

Defensoría Regional del Biobío.

 

Un trabajo permanente realiza la Defensoría Penitenciaria del Biobío con mujeres privadas de libertad en la región, con especial énfasis en aquellas que permanecen recluidas junto  a sus hijos menores de dos años. Este  semana realizaron un nueva  actividad -un dialogo participativo- con quienes se encuentran en esta condición.

Durante el encuentro los trabajadores sociales Carla Arancibia, Bernardita Garcés, Valeria Uribe   y Felipe Norambuena, de la UAGD,    entregaron detalles del rol de la institución, la defensa penal de mujeres y los derechos con que cuentan quienes estén condenadas, tales como que el recinto  de reclusión  tendrá la responsabilidad de proteger a sus hijos o hijas, sin que ello signifique la pérdida de sus derechos como madre o permanecer en un recinto especial, separada de la población penal si está embarazada o al cuidado de su hijo lactante.

Trato Humillante

Durante el encuentro  plantearon sus inquietudes respecto a causas en particular, pero  manifestaron que su principal problema –actualmente-  está dado con  la llegada del invierno y la salud de sus hijos.

En primer lugar mostraron las  condiciones en que se encuentran los dormitorios, llenos de hongos por la humedad, Incluso en los closet debieron instalar   retazos de “goma eva” para evitar que su ropa y la de los niños se moje  debido a la humedad de los muros.

En segundo término, y producto de las condiciones anteriores, los menores han presentado una serie de enfermedades respiratorias, situación que los obliga a ser derivados al hospital donde las madres denuncian haber  sido víctimas de serios maltratos y  humillaciones por parte de personal del Hospital Guillermo Grant Benavente.

Yorka detalló que junto a otra compañera,  concurrieron con sus hijos y funcionarios de Gendarmería hasta el recinto asistencial porque los menores se encontraban muy complicados de salud, allí la doctora le grito que “la enferma era ella y no su hijo”, que no sabía “que delito habían cometido contra gente inocente”  así que no tenían ningún privilegio de atención.  

La intervención de personal de Gendarmería, que argumentó la existencia de un protocolo de atención preferencial, fue lo que permitió que el menor fuera finalmente  revisado por personal médico, aunque de muy mala manera según describieron las afectadas.

Lamentablemente, este no es un hecho aislado, en estos meses de invierno han debido concurrir habitualmente al hospital y la historia se repite, las humillan en voz alta frente a otros pacientes y atienden de muy mala manera a sus hijos, incluso pese a que cuentan con órdenes para realizar exámenes los funcionarios las dilatan.

Respecto a esta situación de malos tratos, Gendarmería enviará un oficio al Hospital para manifestar su rechazo  y molestia, mientras que la Defensoría Regional Del Biobío, se reunió  con la dirección del centro Asistencial, para solicitar  que se mejores los protocolos de atención de todas las personas privadas de libertad. Se constituyó además una mesa de trabajo para entregar atención digna y oportuna a los condenados.

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