Sala de Prensa

20/12/2018

En el Centro de Régimen Cerrado (CRC) Mixto de Santiago

Gran participación de jóvenes mujeres en internación provisoria en diálogo con defensoras juveniles

A través de una pedagógica exposición se les explicaron sus derechos en el proceso penal y todas las etapas de sus causas, desde la formalización hasta la eventual ejecución de la pena.

Por José Ignacio Aguirre O.,
Defensoría Regional Metropolitana Norte.

Uno de los grupos más vulnerables de las personas privadas de libertad son los adolescentes, sea porque ya han sido condenados por un delito o porque están sometidos a la medida cautelar de internación provisoria mientras dura la investigación de la Fiscalía respecto del delito que se les imputa.

Por esta razón es que la Unidad de Defensa Penal Juvenil (UDPJ) de la Defensoría Regional Metropolitana Norte (DRMN) organizó un ciclo de diálogos participativos que son actividades de difusión y conversación que la Defensoría Penal Pública (DPP) realiza con sus defendidos que están privados de libertad.

El primer encuentro se realizó en el Centro de Régimen Cerrado (CRC) Mixto Santiago, que tiene la particularidad de reunir a todas las mujeres privadas de libertad -tanto imputadas como condenadas- separadas en dos casas distintas y que también tiene una tercera casa donde hay varones adolescentes condenados. 

La jefa de la UDPJ, Karina Reyes, y la asistente social de la misma, Carla Naranjo, visitaron a las siete jóvenes que aún no han sido condenadas, pero que están sometidas a internación provisoria mientras dura la investigación de sus causas.

EL CIRCUITO PENAL
El diálogo se desarrolló primero con una exposición sobre el circuito penal al que se ven sometidas las adolescentes imputadas por un delito, con las distintas etapas de la investigación, desde su detención hasta la dictación de su sentencia, sea ésta de confirmación o liberación de cargos. En el caso de condena, se les explicó todo lo relativo a la ejecución de la pena.

Después las jóvenes realizaron varias consultas relativas a sus propias causas. Como es de esperar, su máxima aspiración es saber cómo podrían salir en libertad lo antes posible. En esta parte del diálogo, a veces angustiante para las niñas, las profesionales de la DRMN debieron hacer uso de todas las herramientas de contención que manejan para que entiendan que cada caso es distinto, y que su resolución dependerá de la existencia o no de responsabilidad en el ilícito, la gravedad del delito y las atenuantes concurrentes.

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